El acuerdo para electrificar la factoría de Ford Almussafes sigue muy lejano, pero los sindicatos valencianos ya tienen sobre la mesa los recortes que les exige la dirección española para que la matriz europea escoja fabricar en la autonomía los dos modelos eléctricos que tiene pendientes de adjudicar. Según han informado desde UGT, sindicato mayoritario, Ford España ha propuesto una rebaja salarial del 10 % (el salario medio está en torno a los 35.000 euros anuales), reducir una semana las vacaciones y ampliar en media hora la jornada laboral.

De momento, los sindicatos rechazan esta propuesta. La organización mayoritaria en Almussafes, UGT, que en la reunión anterior se abrió a explorar medidas de "contención salarial", considera "inasumible" el hachazo que pide Ford España, que rebajaría en unos 3.500 euros al año el sueldo medio de los trabajadores, que este 2021 subirá un 7 %. La central ugetista apela a buscar un acuerdo para los próximos "4 o 5 años" en los que, según ha podido saber este diario, ofrecería tres años de congelación de sueldos y dos en los que se volverían a vincular los salarios a la evolución del IPC, si bien el ofrecimiento no es firme.

UGT considera "inasumible" el recorte planteado por Ford, que rebajaría en 3.500 euros anuales de media el suelo de los trabajadores valencianos

El portavoz de UGT en el comité de empresa, José Luis Parra, insiste en que estas ofertas de recortes "siempre están condicionadas a recibir la adjudicación de los dos modelos eléctricos", que según añade "garantizarían la carga de trabajo en Almussafes para los próximos 12 o 15 años". "Con eso amarrado --dice en referencia a los contratos que se disputa con Saarlouis-- ya podríamos hablar de contención salarial".

STM-Intersindical, por su parte, rechaza tanto los recortes como esa congelación de sueldos. "Ya hemos tenido varios años de congelación, que es otra forma de reducción salarial", explica su portavoz Daniel Portillo, que critica la falta de voluntad negociadora de la compañía durante todo el proceso.

Sin vacaciones de Pascua

El segundo requisito de Ford es fulminar una semana de vacaciones a los más de 6.000 empleados de Almussafes, que actualmente disfrutan de 33 días al año (tres semanas en agosto, una en Semana Santa y las jornadas industriales). Esa última semana libre que disfrutan en Pascua es la que la dirección quiere eliminar, según ha dado a entender a los representantes sindicales.

UGT tampoco está por la labor de renunciar a estos días de forma automática y ha solicitado a la empresa "ser creativa y buscar soluciones de flexibilidad" a través de un sistema de bolsa de horas que permitiera jugar con los días de producción en función de la demanda.

Esa misma vía de la "flexibilidad" es la que UGT quiere navegar también ante la propuesta de alargar media hora la jornada laboral de cada empleado. "La empresa busca fórmulas que le garanticen que cumpliremos con unos volúmenes de producción que todavía son inciertos, por lo que el objetivo es dar certidumbre de que se asumirán esos cambios de carga", explican desde el sindicato mayoritario. Así, se refieren al modelo alemán, en el que todos los días trabajan 30 minutos extra que no se abonan sino que generan jornadas de libranzas de las que la empresa dispone ante posibles eventualidades, como la actual escasez de microchips.

Ambas partes deben pactar antes del 27 de enero el alcance de esos recortes que la matriz europea remitirá a la central de Detroit y de momento el acuerdo está lejado. En esa carrera, la planta valenciana compite con Saarlouis (Alemania) para recibir las adjudicaciones de dos modelos eléctricos que Ford fabricará en Europa. El duelo lo ganará la que ofrezca un ahorro y una flexibilidad mayor a la multinacional, que anunciará su veredicto antes de la segunda mitad de este año.