Los sindicatos STM, CC OO y CGT en Almussafes recachazan aceptar rebajas salarias para salvar la planta y critican que UGT haya negociado con ellos y "rompa la unidad sindical". Los tres sindicatos, que representan al 39 % de la plantilla, siguen a la espera de conocer los detalles del acuerdo del plan de ajuste alcanzado con UGT (que consiguió el 58,22% de los votos en las elecciones al comité de empresa) con la dirección europea para la electrificación de la planta.

El segundo sindicato con mayor presencia en Ford Almussafes, STM-Intersindical, pedirá el "no" en la votación del preacuerdo que representantes de UGT alcanzaron esta semana en la central de Ford Europa en Colonia si el pacto incluye una congelación salarial entre sus medidas, que todavía desconocen tanto el resto de sindicatos del comité de empresa como los trabajadores de la factoría.

La negociación es vital para el futuro de la planta valenciana, que ha sido empujada junto a la de Saarlouis a una carrera de recortes para ver quién ofrece mayores ventajas a Ford para fabricar coches eléctricos. El primer escollo se salvó el jueves con ese preacuerdo, pero todavía debe ser presentado primero a la plantilla valenciana y posteriormente seleccionado por la cúpula mundial de Detroit, decisión que se espera a finales de junio.

El presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, y el portavoz, José Luis Parra, ambos de UGT, volvieron de Alemania con ese inicio de acuerdo. Todavía no se ha hecho público ningún detalle por la mencionada competencia con Saarlouis, pero Faubel y Parra avanzaron que rechazarían cualquier rebaja de sueldos (la empresa empezó la negociación pidiendo recortes del 10 %) si bien se abrieron a congelarlos durante cinco años.

Esa opción fue rechazada desde el primer momento por el resto de fuerzas sindicales. UGT, en busca de transmitir "unidad" a la compañía en este proceso y allanar el camino para que la plantilla avale un acuerdo que con total probabilidad rebajará las condiciones laborales de los trabajadores, rompía su silencio el viernes para buscar la complicidad del resto del comité y de la plantilla, asegurando que esas adjudicaciones son "la única vía de esperanza para Almussafes".

Pero a tenor de lo asegurado este sábado por STM-Intersindical, ese apoyo está lejano si el acuerdo implica esa congelación de sueldos. STM insiste en que ante un escenario de aumento de la inflación continuado, congelar salarios es lo mismo que recortarlos. "Avanzamos que de confirmarse la congelación salarial, STM pedirá el 'no' en el referéndum", dice el comunicado.

El segundo sindicato de Almussafes (logró casi 1.800 votos frente a los 3.700 de UGT), deja constancia de su enfado con sus colegas del comité. Denuncia la dificultad de mantener la unidad sindical con UGT, ya que "es imposible que aguante más allá de los inicios de cualquier negociación con la dirección". Ahora, critica que "una vez más (UGT) rompe la unidad sindical y abandona la defensa de los intereses de la plantilla a cambio de no sabemos qué oscuros intereses".

Aunque todavía no ha sido informado del contenido del preacuerdo, STM avanza que lo firmado "será un nuevo varapalo para la plantilla", en la línea de lo sellado "en los tres últimos convenios", critica la organización, que enumera algunos de los recortes sufridos en la última década como la reducción del tiempo para comer, la eliminación de la aportación del plan de pensiones, la limitación de la antigüedad o la precarización de los nuevos contratos.

Por su parte, el delegado de CGT, Mariano Bosch, se muestra prudente a la espera de conocer el acuerdo, pero avanza que este sindicato tampoco estaría dispuesto a rebajas salariales y a "todo lo que sea acortar salarios por debajo del IPC" y que suponga a la plantilla "perder poder adquisitivo", aunque sí a "mantener los salarios en línea con el IPC".

En ese sentido, ha subrayado que CGT en todas las reuniones ha defendido que la de Almusafes es "la más rentable y competitiva de Europa", por lo que entiende que "la dirección debe apostar por la plantilla sin recortes de derechos", ha subrayado.

También ha incidido en que "desde 2007 recortan derechos" a la plantilla, con las ya mencionadas eliminaciones de comedores, recortes de las pausas de descanso y otros aspectos. Por ello, ha defendido que "no se pueden bajar más las condiciones laborales" y que las que hay actualmente son "suficientemente competitivas".

Asimismo, se ha mostrado muy crítico con la negociación llevada a cabo por UGT en Colonia. "Nos enteramos de que estaba en Alemania por la prensa", ha lamentado. También ha calidicado de "vergonzosas" las palabras de UGT este viernes, al señalar el sindicato mayoritario que el resto "se han negado a negociar en los casi cuatro meses que han durado las negociaciones".

"Si se van a Alemania sin que lo sepa el Comité y llegan a un acuerdo que, si queremos firmar, nos darán a conocer, ¿dónde queda el derecho a la negociación del resto de sindicatos?", se ha preguntado.

En ese sentido, Bosch ha recordado a sus compañeros de UGT que hasta la undécima reunión "ningún sindicato aceptada los recortes de la empresa" y "el Comité se había mantenido unido".

CCOO

Por su parte, CCOO ha señalado que para aceptar el acuerdo no contempla "menos de la cláusula de revisión salarial para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores", es decir, que se sitúen los salarios en línea con las subidas del IPC.

CCOO, en un comunicado, ha tachado de "mentira" las palabras de UGT del viernes, ya que afirma que "los únicos que no han querido negociar desde el principio ha sido el bipartito formado por empresa y UGT, que desde el primer día que empezó la negociación no hicieron más que dejar pasar el tiempo", "intuye" que para "negociar a espaldas de los trabajadores de la plantilla". Ve "como poco sospechoso que en un solo día traigan un acuerdo del bolsillo".

En este marco, ha reclamado a UGT que se "asegure de tener el apoyo de todos los trabajadores que representan" sacando el acuerdo a referéndum, "totalmente anónimo", para que la plantilla decida "con independencia de su afiliación". "¿O es que por estar afiliado a un sindicato se es menos que estarlo en otro? A esto se le llama discriminación", ha apostillado.

En su opinión, "desde que UGT tiene la mayoría absoluta esto se ha convertido en un corralito en el cual hacen a su antojo para beneficio propio y de la empresa".