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La competencia entre entidades fuerza a la banca a relajar las condiciones de las hipotecas

La oferta de viviendas de segunda mano cae en Valencia y los plazos de venta se recortan un 25 % en cuatro meses

Viviendas en construcción en Turianova.

La fuerte competencia ha forzado a la banca a relajar las condiciones de las hipotecas, según revela un informe del Banco de España. El acceso a crédito barato por los bajos tipos de interés está acelerando el mercado valenciano de obra nueva y de vivienda usada. El precio de la obra nueva en la capital del Túria ya está en 2.300 euros el metro cuadrado de media y la oferta de viviendas de segunda mano en la provincia ha caído y los plazos de venta se han recortado un 25 % en cuatro meses al pasar de 49 días a 37 días, según fuentes de la inmobiliaria Percent.

El Banco de España destaca en su último boletín que las condiciones generales aplicadas en los préstamos hipotecarios se volvieron a relajar en el último trimestre de 2021. La entidad subraya que la relajación se debe "a la fuerte competencia existente y a los menores costes de financiación de las entidades y a la mayor disponibilidad de fondos" y ha consistido en la rebaja de los márgenes aplicados a los préstamos ordinarios. Esa reducción de márgenes ronda el 10 %.

A pesar de esta situación, el sector descarta con rotundidad que se esté formando una nueva burbuja. “El mercado (hipotecario) es muy competitivo, pero las bases del sector inmobiliario son buenas. No vemos burbuja inmobiliaria”, insistió el viernes en València el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar. José Ignacio Goirigolzarr, presidente de la entidad, añadió dos datos para certificar que la situación actual es sana vinculados al índice de endeudamiento y al esfuerzo hipotecario de las familias. “La deuda de los hogares sobre el PIB es ahora del 59,8 % cuando en 2008 estaba en el 86 %. El nivel de endeudamiento ha caído un 26 %. El esfuerzo hipotecario, según el Banco de España, está en el 30 % cuando en 2008 era del 52,5 %”, indicó.

En este contexto, la obra nueva no para de subir de precio por la escasez de suelo en València y el encarecimiento de las materias primas. La cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politécnica de València calcula que los pisos de las nuevas promociones se van a encarecer cerca de un 9 % este año (a un ritmo del 2,3 % al trimestre). En el caso de la vivienda usada -que de media es un 25 % más económica que la nueva- el problema es la falta de oferta.

Fuentes de la inmobiliaria Percent explicaron que en los últimos cuatro meses se han acelerado los plazos de venta. "Hace cuatro meses en la provincia de Valencia vendíamos de media un piso en 49 días y ahora las operaciones se cierran en 37 días. Esta situación coincide con una reducción de nuestra cartera de inmuebles porque hay más ventas", apuntaron. Una de las claves es que los propietarios son más receptivos a ajustar el precio de sus inmuebles al valor de mercado.

A pesar del alza de los precios de los pisos de segunda mano, en la capital del Túria todavía están un 22 % por debajo del máximo alcanzado antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Según datos de Idealista, el precio medio de la vivienda usada en València es de 1.839 euros el metro cuadrado frente a los 2.387 euros el metro cuadrado que costaban en febrero de 2008.

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