Redit, una historia de innovación colectiva (IV): hacia una estrategia de futuro

El nuevo entorno inestable en el que compiten las empresas requiere de instrumentos que las ayuden a innovar, como los institutos tecnológicos: Redit reúne la mirada prospectiva de catorce actores clave

El estado de salud de un ecosistema de innovación está determinado por el vínculo entre el sector privado y los centros de investigación.

El estado de salud de un ecosistema de innovación está determinado por el vínculo entre el sector privado y los centros de investigación. / REDIT

La Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit) ha publicado un libro conmemorativo de sus 20 años de existencia, con el título Una historia de innovación colectiva. En él repasa la transformación del sistema de investigación y desarrollo (I+D) autonómico desde la llegada de la democracia y, en paralelo, el diálogo entre sus tres componentes principales: la administración, las empresas y el sistema de investigación, especialmente las universidades.

Levante-EMV ha publicado pasajes de los tres primeros capítulos que conforman esta obra, en la que aparecen testimonios de los protagonistas del lanzamiento de aquella gran ola de política industrial y de su posterior evolución con la llegada de la globalización y la revolución tecnológica. Ahora, el diario recopila las claves del capítulo que cierra el libro, con el título “Hacia una estrategia de futuro”. 

Uno de los grandes desafíos de Redit y de los centros que la conforman ha sido adaptarse a las transformaciones del mercado, incluso anticiparlas. En una era en la que confluyen con toda su fuerza la revolución digital y el aterrizaje sin precedentes en el mercado de avances científicos de vanguardia, la apertura al cambio debe ser permanente ya que algunos de carácter disruptivo pueden desencadenarse de forma repentina.

¿Está la Comunitat Valenciana lista para dar respuesta a esa nueva condición de imprevisibilidad del mercado? ¿Pueden las redes de innovación regionales no sólo sobrevivir a este tsunami, sino beneficiarse de él? 

La visión de los expertos

La visión del presidente de REDIT, Fernando Saludes, es que el sistema autonómico debe convertirse en un operador global de referencia en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación, “y tenemos todas las cartas para poder serlo”.

El presidente de REDIT, Fernando Saludes.

El presidente de REDIT, Fernando Saludes. / REDIT

Pablo Bayo, vicepresidente del IBV, pide a la Administración que “apoye la I+D en las empresas y aumente el porcentaje del PIB invertido cada año, que incentive la formación en el área de innovación y que impulse la contratación de doctores y doctorandos en los proyectos colaborativos con las empresas”.

Por su parte, el presidente de Aimplas, José Luis Yusá, destaca que los institutos tecnológicos son una herramienta clave en aspectos que van “desde nuevas formas de gestión y sistemas de producción apoyados en la digitalización para orientarnos a la industria 4.0, hasta el desarrollo de nuevos productos innovadores y sostenibles que proporcionen elementos diferenciadores y permitan acceder a mercados internacionales”.

Manuel García-Portillo, presidente de Ainia, sostiene que “la mayoría de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad, conceptualizados en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, tienen su respuesta en la innovación y la tecnología”. De hecho, apostilla, “nuestro estado del bienestar depende de la fortaleza del tejido empresarial, y ésta viene condicionada por la productividad de las empresas, que depende en gran medida de su capacidad para ofrecer productos y servicios diferenciales, con valor añadido, innovadores”.

A juicio de José Manuel Alcayna, vicepresidente de ITI, una vez las compañías “han invertido y puesto en marcha su software de gestión, sus ERPs, validado sus datos… ahora son las tecnologías emergentes y su aplicación las que marcarán la diferencia”. En adelante, apuesta por “acompañar a las empresas para que no se queden rezagadas en el salto digital: aumentar la capilaridad, especializarse, llegar a más empresas y hacer que las más pequeñas crezcan y puedan ganar tiempo”. 

El presidente de AIJU, Pablo Cañizares, recuerda que “la innovación no solo debe de afectar al producto, sino a todos los sistemas de gestión de la empresa”. Afirma que “hoy la innovación está surgiendo en nuevas startups que aportan una novedad muy puntual que puede tener valor para un producto o empresa determinado. Es clave llegar de forma rápida a esa innovación y de forma colaborativa adaptarla a un producto o propuesta de valor añadido”.

The DataRoom by ITI, primer centro demostrador multisectorial especializado en el dato para la industria 4.0.

The DataRoom by ITI, primer centro demostrador multisectorial especializado en el dato para la industria 4.0. / REDIT

El presidente de Itene, Pedro Ballester, señala que “el e-commerce seguirá en expansión, con las implicaciones que ello tiene para el packaging y la logística, y avanzaremos hacia un modelo de movilidad inteligente y sostenible adaptado a las nuevas necesidades sociales y medioambientales”. A la administración le pide “un compromiso permanente y un incremento de la financiación basal para apoyar de forma estable y transversal la actividad de los institutos tecnológicos”.

Tecnologías para el futuro

El Pacto Verde Europeo implicará una reducción drástica del dióxido de carbono, y supondrá un cambio drástico en materia tecnológica para todos los sectores industriales, incluido el cerámico. “En el ITC ya estamos trabajando en tecnologías que las empresas aún no están usando, pero que necesitarán en el futuro”, afirma Gustavo Mallol, director de ITC-AICE.

Con visión nacional, el director general de la Fundación Cotec, Jorge Barrero, destaca que el País Vasco y la Comunitat Valenciana han sido capaces de “adaptarse a la realidad de sus respectivas economías”. Su fortaleza original consistía en servir “como verdadera cooperativa de I+D en sectores donde las empresas no tenían tamaño suficiente”. Pero, con la proliferación de los sistemas de innovación abierta, “son perfectos también como partners para el desarrollo tecnológico de la gran industria”.

Redit, una historia de innovación colectiva (IV): hacia una estrategia de futuro.

Redit, una historia de innovación colectiva (IV): hacia una estrategia de futuro. / REDIT

“En un sistema productivo como el español, en el que la industria local es líder nacional e internacional en un sector, tener un centro tecnológico es una fortaleza enorme”, asegura el catedrático de la Universidad de Alicante y presidente de la Unión Química Internacional, Javier García. “Si nos imagináramos los últimos 30 años sin nuestros institutos tecnológicos, seguro que nuestro tejido industrial sería diferente y no sería mejor”, apunta el exdirector de REDIT, Bruno Broseta.

Según el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, “los institutos tecnológicos están llamados a desempeñar un importante papel y así lo han demostrado hasta ahora con cuestiones como homologaciones y certificaciones o con el desarrollo de nuevos procesos y productos”.

14.000 empresas ya colaboran

El gran desafío del modelo está relacionado con el afianzamiento de un trabajo de 20 años, señala el director de Redit, Gonzalo Belenguer. “El reto es seguir trabajando para superar el número de 14.000 empresas que ya colaboran con los institutos tecnológicos, así como aumentar la repercusión que tiene este activo estratégico en la sociedad”.

La relación es mejor que hace unos años, pero todavía dista de la de países anglosajones como Reino Unido y Estados Unidos”, reconoce el emprendedor alicantino Iñaki Berenguer. “Cada vez encontramos más casos como los del profesor José Capmany, de la UPV, o el doctor Joan Seoane, del Vall d’Hebron, que han fundado empresas de alto impacto comercializando los resultados de su investigación”, comenta. Berenguer espera que estos ejemplos sirvan de referentes para motivar a futuros investigadores.