Ford Almussafes inicia la despedida de la Transit con el adiós a su versión americana

Primer paso hacia el futuro incierto de Ford Almussafes a la espera de una electrificación aplazada sin fecha por la compañía. Este viernes, las líneas de fabricación de la planta valenciana dieron el adiós definitivo a la versión americana de la Transit Connect, el inicio de un camino que concluirá el próximo abril cuando la factoría despida también a su homónima para el mercado europeo. Será una desaparición, sin embargo, diferente a las que se ha ido viviendo en los últimos dos años, ejercicios en los que la multinacional ha ido desactivando progresivamente modelos dentro de su estrategia hacia la nueva era eléctrica. El motivo es que una vez se complete el fin de la Transit, de la que se han hecho algo más de 950.000 unidades desde 2013, Almussafes se quedará con un único vehículo en producción, una situación de concentración que no se ve desde hace más de cuatro décadas.

Porque después de haber despedido el pasado año el Mondeo y este mismo abril los monovolúmenes S-Max y Galaxy, los trabajadores de la fábrica valenciana ven ahora como su furgoneta también encara la recta final. No es un detalle menor. En este 2023, casi un 30 % -equivalente a 65.299 unidades, casi 8.000 menos de las que se hicieron en 2022- del total de vehículos que han salido de Almussafes eran Transit, siendo un 60 % de las mismas de la versión europea y el 40 % restante, de la diseñada para Norteamérica.

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Por este motivo, su pérdida supone también rebajar una carga de trabajo sustancial que difícilmente podrá ser compensada con un impulso extra del Kuga, el único modelo con su supervivencia confirmada más allá del próximo año, pero cuyas ventas a día de hoy están lejos de ser suficientes para sostener el volumen actual de trabajadores pese a haberse quedado menguado hasta su mínimo histórico.

Con un excedente laboral respecto a la carga de trabajo, el camino habitual en la factoría ha pasado por llevar a cabo despidos como los que se acordaron este mismo abril, aunque el sindicato mayoritario en la planta, UGT, ya ha dicho en varias ocasiones que no habrá ningún tipo de negociación con Ford -expediente de regulación de empleo incluido- si la multinacional no confirma antes su apuesta eléctrica.

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Una situación anómala

Mientras esta se dilucida, este inicio de la desaparición de la Transit deja también otras dos realidades. Por un lado, el hecho de que el Kuga vaya a ser el único modelo 'vivo' en Almussafes es una situación anómala en el casi medio siglo que lleva en funcionamiento la planta. Hay que remontarse hasta 1980 -cuando en la factoría ya triunfaba el que hasta el día de hoy es el mayor emblema que ha pasado por sus instalaciones, el Fiesta, que había estado desde el arranque productivo en 1976- para encontrar un momento en el que los empleados de la fábrica valenciana únicamente hacían un modelo. No duraría, sin embargo, mucho. Al año siguiente, en 1981, llegaría el Escort y dos después de este, el Orion. Y de ahí casi una decena de coches más hasta el día de hoy.

Por otro lado, el comienzo de la desaparición de la furgoneta también tiene implicaciones para aquellas empresas de la industria auxiliar que solo proveen a Ford con piezas para este modelo. Es lo que sucede con Lear -que fabrica los asientos para este vehículo- que ya anunció a mediados de este mes de diciembre que este próximo enero comenzaría los despidos por el cierre de sus instalaciones, un proceso que se culminará durante el resto del primer semestre de 2024. No es el único. SAS, encargada de fabricar los salpicaderos de la Transit, también dirá adiós debido a una desaparición que abre, sin duda, una nueva etapa en Ford Almussafes. Por lo menos, hasta nuevas noticias sobre la electrificación.