Ford Almussafes, una planta trabajando a 'medio gas' desde hace cuatro años

Desde marzo de 2020, la factoría ha tenido que parar parcialmente o por completo su actividad mediante Erte más de uno de cada cinco días laborales debido a los efectos de la covid, la crisis de suministro o la bajada productiva

La fábrica acumula en los últimos cuatro ejercicios hasta quince expedientes temporales, a los que se suman tres ERE que han provocado la salida pactada de más de 2.100 trabajadores

Producción de vehículos en Ford Almussafes, en una imagen de archivo.

Producción de vehículos en Ford Almussafes, en una imagen de archivo. / Miguel ángel Montesinos

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

La factoría de Ford Almussafes se encuentra hasta el próximo 20 de junio inmersa en un Erte. Es la fórmula que firma y sindicato mayoritario en la planta -UGT- acordaron a mediados de mes para paliar el efecto que está teniendo ya en la realidad productiva de la fábrica el adiós definitivo de la furgoneta Transit y la falta de componentes en la sección de motores. Un mecanismo temporal, en este caso aplicado hasta que la multinacional dé a conocer los detalles del futuro modelo multienergía que llegará a la planta valenciana para acompañar al Kuga en el camino hacia los eléctricos, que no resulta ya extraño para Almussafes y su plantilla. Más bien todo lo contrario. No en vano, desde que estallara la pandemia, su presencia en el día a día de la factoría ha sido más que una constante.

Porque en los más de cuatro años que han transcurrido desde que la covid-19 provocó en España la aplicación del estado de alarma y la paralización casi completa de los distintos sectores productivos, Ford Almussafes acumula más de una quinta parte de las jornadas laborales transcurridas marcadas por una afectación productiva parcial -que ha podido ser en zonas concretas de la fábrica dentro de motores o vehículos, líneas de producción específicas o turnos de fabricación- o de parada total. Un golpe considerable derivado de los hasta quince expedientes de regulación temporal de empleo que han estado activos en ese tiempo, cada uno de ellos con diversas motivaciones en su trasfondo.

Las causas de los Ertes

Sin ir más lejos, en un primer momento estos Ertes estuvieron ligados a los efectos de la propia enfermedad y sus distintas olas, que provocaron paradas productivas completas desde marzo y hasta inicios de mayo y la aprobación de los primeros expedientes encadenados. Ya en pleno 2021 sería el turno del empeoramiento de una crisis de semiconductores -y, con ella, un descenso drástico de la capacidad productiva- que dejaría el ejercicio de menor fabricación de vehículos en Almussafes en décadas -168.400 unidades- en ese mismo curso. El problema, con impactos variables dependiendo del momento del año, continuaría acrecentándose con el arranque de la guerra en Ucrania en 2022 y durante la primera mitad de 2023.

Producción de vehículos en Ford Almussafes.

Producción de vehículos en Ford Almussafes. / Miguel ángel Montesinos

Ya en este 2024, los tres Ertes que se han sucedido han sido diferentes. No en vano, tras ellos estaba una baja producción en una planta que se preparaba para despedir su cuarto modelo en dos años -la citada Transit- y esa falta de capacidad en el suministro de los proveedores de motores, dos motivos que han obligado sin más remedio a retornar una fórmula habitual ya para Almussafes con la que los trabajadores han podido mantener el 80 % del salario real diario, añadiendo el 100 % tanto de las vacaciones como de las pagas extras.

También despidos

Sin embargo, los temporales no han sido los únicos expedientes a los que se ha tenido que enfrentar la factoría en estos últimos cuatro años. Porque, junto a ellos, se han producido una serie de despidos vía ERE que han dejado a la plantilla en un mínimo histórico de cerca de 4.650 empleados. Los dos primeros, en 2020 y 2021, acabaron con la salida pactada de alrededor de 1.000 trabajadores en su conjunto. El más contundente, sin embargo, fue el que se produjo hace escasamente un año, cuando Ford comunicó la decisión de prescindir de alrededor de 1.100 empleados de una tacada tras el adiós de la carga de trabajo que aportaban los modelos S-Max y el Galaxy.

En el horizonte, ahora, queda todavía una duda por resolver. Y no es otra que la de desvelar cuál será el camino que Ford utilice para adaptar la realidad productiva de Almussafes hasta la llegada del modelo que ha prometido para acompañar al Kuga, un incierto camino -que requerirá de un gran Erte o un nuevo ERE- que a falta de confirmación oficial podría prolongarse durante dos años.

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