La covid-19 tuvo un impacto muy fuerte en la economía global en general y en la española en particular. Aunque trató de controlarse al máximo posible se antojaba en aquellos momentos muy complicado volver a los niveles de inversión y crecimiento que había antes de la pandemia. Si la Unión Europea (UE) quería luchar frente a aquella situación se hacía necesario movilizar recursos económicos y tener un plan. El dinero vino de la mano del programa NextGenerationEU y el Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia, el mayor instrumento de estímulo económico jamás financiado por la UE. En el caso español el plan se materializó en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El plan contemplaba varias reformas legislativas que mejoraran el clima de los negocios e impulsaran el emprendimiento. Las necesarias reformas se han traducido en una avalancha normativa. Como ejemplo puede mencionarse que la CEOE recogía en un informe que solo en España se publican todos los años en torno a un millón de nuevas páginas en los boletines oficiales del Estado y de las CCAA. Los expertos destacan la carga regulatoria, la falta de seguridad jurídica y la legislación sin tener en cuenta a los grupos económicos y sociales afectados como uno de los factores que más lastran la competitividad económica. El exceso de regulación es uno de los principales temores de las empresas. Por estos motivos han surgido movimientos que defienden una «regulación inteligente» (Smart Regulation) que busca racionalizar la elaboración de las leyes. Aunque tanto a nivel europeo como nacional tenemos organismos encargados de tratar de mitigar el problema de la sobrerregulación, parece que no se está acabando de dar solución a esta cuestión y muchos empresarios siguen sufriendo este problema. Y es que a pesar de que algunas situaciones obliguen a aprobar normas con carácter urgente, no debe de perderse de vista la importancia que tiene para el desarrollo económico a largo plazo la aprobación de normas claras, racionales, útiles y preparadas escuchando a sus principales afectados.