Elecciones 23J

La propuesta de Sumar sobre la herencia universal

La medida estrella de Yolanda Díaz supondría el 1 por ciento del PIB y busca garantizar la igualdad de oportunidades

La candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz.

La candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz. / EFE

Gabriel Ubieto

Una de las medidas estrella del programa electoral de Sumar, junto a la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales o el aumento de los costes del despido, es lo que han denominado "herencia universal". Este es un pago único de 20.000 euros que recibirán todos los ciudadanos, sin importar su origen social o patrimonio previo, al cumplir 23 años. Su coste rondaría los 10.000 millones de euros anuales, el equivalente a cerca del 1% del PIB.

Una medida pensada, sobre el papel, para ayudar a los jóvenes en pro de la igualdad de oportunidades. Ya que el ascensor social, a tenor de los últimos datos de Eurostat, anda atascado en España. Es el quinto país con el coeficiente Gini –indicador internacional habitualmente utilizado para medir la desigualdad- más alto de toda la UE.  

En la práctica, la "herencia universal" ha suscitado críticas tanto entre los sectores ultraliberales como entre los defensores de otras fórmulas para redistribuir la riqueza, con más tradición como la renta básica universal. Los primeros cargan contra el 'robo' que los impuestos necesarios para financiarla supondrían para las rentas más altas. 

Los segundos porque, entre otros, no tienen claro con qué caudales exactamente pretenden financiarla. Ya que con el impuesto extraordinario a las grandes fortunas que recientemente ha aprobado el Gobierno únicamente alcanzaría para pagar el 15% del coste total estimado.

“Medidas con un coste superior, como revalorizar todas las pensiones en función del IPC, no se las ha cuestionado por no ir acompañadas de un estudio pormenorizado de cómo iban a financiarse”, apunta el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz. "Plantear una medida ambiciosa para los jóvenes en campaña electoral, cuando para este colectivo estamos acostumbrados a parches o improvisaciones, es meritorio", añade. 

La “herencia universal” de Sumar bebe de la influencia de Thomas Piketty, si bien el padre del concepto es el filósofo británico del siglo XIX Thomas Paine, que abogaba por dar un capital básico a todo ciudadano de 25 años, sumado a una pensión a partir de los 50 años.   

Transferencia condicionada

"¿Es mejor que nada? Sin duda. Pero es mucho menos ambicioso que una renta básica universal", afirma el especializa en dicha materia y profesor de la UB, Daniel Raventós. Para ilustrarlo, Raventós tira de calculadora. Una herencia universal de 20.000 euros para una persona que viva 83 años y la reciba a los 23 años, tal como propone Sumar, significa que esa persona recibirá el equivalente a 28 euros mensuales –a precios constantes-. Lo que le genera serias dudas de que tenga un impacto significativo a la hora de reducir las desigualdades sociales. El piloto truncado de renda básica que preparaba la Generalitat -el PSC y Junts lo tumbaron en el Parlament- pretendía asignar 800 euros mensuales a los mayores de edad y 300 a los menores.

Otra crítica que Raventós lanza a dicha medida es que no deja de ser una transferencia condicionada. Y es que los 20.000 euros no los puede gastar cada joven en lo que quiera, sino que están restringidos a financiar un proyecto de emprendimiento empresarial o para la formación. Es decir, su finalidad deberá ser aprobada por un ente administrativo –lo que implica una cierta capacidad de censura por parte del mismo-, además del coste adicional que implicaría mantener ese aparato burocrático

Conde-Ruiz, por su parte, manifiesta ciertas dudas sobre el coste de oportunidad de esos 10.000 millones de euros. Es decir, ¿serían más eficientes para reducir la desigualdad si fueran destinados a otras medidas? El subdirector de Fedea se muestra partidario de usarlos para aumentar la inversión en educación o en ayudas finalistas para facilitar el acceso a una vivienda a los más jóvenes.

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