La amnistía contamina Estrasburgo

El PP redobla esfuerzos en Europa tras el bronco pleno sobre la amnistía: "A Sánchez se le complicará Bruselas"

Los populares intensifican su campaña y sacan la artillería en un durísimo debate en Estrasburgo, confiando en que habrá respuesta europea según avance la tramitación de la ley y las comisiones que estudian el supuesto 'lawfare'

Puigdemont interviene en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Puigdemont interviene en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. / Álex Flores

Paloma Esteban

El debate se produjo en Estrasburgo pero podría haber sido casi el mismo en Madrid. La Eurocámara acogió este miércoles la comparecencia de Pedro Sánchez cuando la presidencia española del Consejo de la UE está a punto de terminar. Y la amnistía pactada con los partidos independentistas a cambio de su investidura, cuyo trámite ya ha comenzado en el Congreso de los Diputados, lo contaminó todo. El PP está convencido de que en los próximos meses el Gobierno verá “complicaciones” en el terreno comunitario, incluso aunque el Tribunal Constitucional dé su aval. Y la orden de Alberto Núñez Feijóo es clara: redoblar todos los esfuerzos contra Sánchez.

En el Parlamento Europeo, el líder del PPE, el alemán Manfred Weber, dio la réplica al presidente del Gobierno como si fuera un dirigente más en España. Los reproches fueron idénticos a los de Feijóo en estas semanas, al que citó en varios momentos. Acusó a Sánchez de haber mentido al concurrir a unas elecciones negando una amnistía que luego concedió -“a las personas hay que decirles la verdad”- y llevó al centro del debate el acuerdo del Ejecutivo con el partido de Carles Puigdemont. 

Se refirió incluso a la mención específica que la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, hizo a jueces españoles con nombres y apellidos en el debate del martes. Y lanzó el mensaje en el que realmente el PP de España alberga todas las esperanzas: “La Comisión Europea está preocupada y se está haciendo preguntas”.

Fuentes de la delegación española en las instituciones comunitarias insisten en ese asunto, dando por seguro que la tramitación de la ley de amnistía (cuando las enmiendas se concreten y el texto avance hacia su aprobación, mientras las comisiones sobre el supuesto ‘lawfare’ echan a andar en el Congreso) “se complicará” para el Gobierno. 

A pesar de que el comisario de Justicia, Didier Reynders, aseguró que el pronunciamiento final llegará cuando la ley esté aprobada, en el PP se muestran convencidos de que la Comisión “sigue de cerca cada paso” y “cada avance” y mira con preocupación todo lo que afecta directamente a la Justicia. Que Junts ponga en el punto de mira a jueces y el Gobierno no emita una desautorización no es un detalle menor, aseguran los populares.

En el grupo español que lidera la popular Dolors Montserrat también señalan la falta de complicidad que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, exhibió durante su turno de intervención con Sánchez. “No ha mencionado la presidencia española como tal. Los silencios en ese sentido son llamativos y muy importantes”, aseguran.

En el PP creen que el presidente del Gobierno mostró en Estrasburgo “su verdadero perfil político de frentismo”, al insistir en los “dos bandos” que para él rigen en la política española: PP y Vox por un lado, y el PSOE con Sumar y todos los nacionalistas e independentistas por el otro. Dan por hecho también que en la campaña de las europeas del próximo año Sánchez “desplegará el relato de PP y la ultraderecha como una misma cosa” incluso después de que el polaco Donald Tusk(del PP) haya logrado terminar con un gobierno de la extrema derecha, recuperando el poder sin aliarse con ellos. “Eso es el PP”, recordó Weber e insisten también en el PP de España.

Montserrat aprovechó su intervención en el pleno para centrar todo el ataque contra la amnistía, en la estrategia de europeización que sigue el partido para hacer partícipes a las instituciones europeas de todo el debate nacional: “España dice no a la infamia suprema de trasladar la soberanía nacional fuera de la UE, con un mediador internacional. ¿De verdad cree que unos meses más en Moncloa compensan atacar la separación de poderes y la independencia judicial?” se preguntó la dirigente catalana.

 “Vamos a decir no a la amnistía sin descanso, en las calles, en los tribunales y aquí en Europa. Esto es vender la dignidad por siete votos para gobernar. La impunidad por el poder es su legado”, zanjó. También fue especialmente duro el eurodiputado de Ciudadanos, Adrián Vázquez, perteneciente a los liberales de Renew como el comisario Reynders. “Sus compañeros señalan a jueces y policías desde el Congreso. Fuerza el debate de las lenguas cooficiales por mero interés. Revienta el principio de igualdad y defienda la impunidad para los fugados de la Justicia”, lanzó.

Feijóo: “Europa es clave”

Mientras el debate tan españolizado tenía lugar en Estrasburgo, el propio Feijóo aseguraba que en la UE “se toman muy en serio el Estado de derecho de todos sus miembros y la defensa de igualdad ante la ley”, de nuevo mirando a la ley de amnistía y todos sus detalles. “Europa será clave para frenar esta corrupción política”, zanjó. Este jueves el líder gallego asiste a una reunión con sus colegas del PP europeo en Bruselas donde volverá a dejar clara su postura. 

Al bronco debate en el Congreso le siguió el propio en Europa. Y en medio se coló el pacto del PSOE con EH Bildu para darle a los abertzales la alcaldía de Pamplona, arrebatándosela a UPN, que ganó las elecciones. Esta nueva circunstancia, dijo el líder del PP, dificulta todavía más las relaciones de su partido con los socialistas, en un momento en el que debería cerrarse la fecha de su reunión con Sánchez. 

“ERC, PNV, Bildu, Sumar, BNG y Junts pusieron precio a sus votos. Sánchez ya conoce los que valen los del PP para los temas que ahora plantean. Sus socios no hicieron descuento, y yo tampoco lo haré”, anticipó, en clara referencia a los temas que deben abordar: la renovación del Consejo General del Poder Judicial, la modificación del artículo 49 de la Constitución y un nuevo sistema de financiación.

El plato fuerte es el primer asunto y el PP, ahora más que nunca, exigirá un nuevo modelo de elección de los vocales a través de la reforma de la ley orgánica y no habrá pacto en ningún caso. “Es que parece que quieren que sea imposible que lo haya”, zanjan en el PP.