Gobierno de coalición

El giro de Sumar: limita su apoyo al pacto de Gobierno y aboca a Sánchez a una negociación permanente

Yolanda Díaz endurece posiciones tras el "punto y aparte" de Sánchez y amenaza con continuar más allá de las elecciones europeas

La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, el jueves en el acto de inicio de campaña para las elecciones europeas del 9 de junio.

La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, el jueves en el acto de inicio de campaña para las elecciones europeas del 9 de junio. / Rodrigo Jiménez

Ana Cabanillas

El golpe en la mesa de Yolanda Díaz con la ley del suelo ha sido sólo el primer choque directo entre los socios del Gobierno. Sumar se opuso a una norma salida del Consejo de Ministros, en una decisión enmarcada en la campaña electoral pero que, advierten, irá más allá del 9 de junio. Este episodio con la ley del suelo sienta un precedente entre los socios de Gobierno y abre una nueva fase en su relación.

En la plataforma de izquierdas circunscriben ahora su apoyo únicamente a aquellas leyes que estén incluidas en el acuerdo de coalición firmado a principios de legislatura, independientemente de que salgan del Gobierno o del PSOE. Este discurso arrastra al partido de Pedro Sánchez a una negociación permanente con su socio minoritario, después de meses en que han logrado dejar a Sumar en un segundo plano, quitándole protagonismo y achicándole el espacio.

"Vamos a apoyar todo lo que esté dentro de ese acuerdo de coalición. Y lo que no está, tendrán que negociarlo", destacan fuentes de Sumar en el Gobierno, que dejan en el aire cualquier respaldo a medidas que vayan más allá de lo estrictamente pactado, independientemente de que sean leyes impulsadas por el PSOE en el Consejo de Ministros,como sucedió con la ley del suelo, que tuvo finalmente que ser retirada por la falta de apoyos.

La sensación de que el PSOE ha dado por hecho los apoyos de su socio minoritario por el hecho de sacar sus medidas por la vía del Consejo de Ministros ha provocado una respuesta directa en Sumar, donde apuntan a un "cambio de estrategia", consistente en "marcar perfil propio" a base de presentar iniciativas en solitario y de confrontar co los socialistas.

Yolanda Díaz e Íñigo Errejón durante la comparecencia de Pedro Sánchez esta semana en el Congreso.

Yolanda Díaz e Íñigo Errejón durante la comparecencia de Pedro Sánchez esta semana en el Congreso. / José Luis Roca

El nuevo rumbo tendrá también una traducción directa en la convivencia en el seno del Ejecutivo: "Si nosotros tenemos que negociar todas nuestras medidas con ellos, ellos tendrán que negociarlas con nosotros", apuntan fuentes de Sumar próximas al Gobierno. Y es que, aunque se tratase de las medidas ya incluidas en el acuerdo, Sumar siempre ha necesitado el visto bueno del PSOE para que fueran aprobadas en Consejo de Ministros. Es lo que ocurrió con el decreto de los subsidios de Yolanda Díaz, que protagonizó un duro choque con Nadia Calviño por la redacción final y que después decayó precisamente por incluir algunas de las exigencias socialistas. Ahora Sumar buscará equilibrar la balanza, y sólo garantiza su apoyo a aquello que esté estrictamente pactado entre los dos partidos. Más allá de eso, avanzan, el PSOE deberá sentarse a negociar. Un cambio sustancial que inaugura otra fase dentro del Gobierno de coalición.

Críticas cruzadas

Estos días la tensión se ha hecho evidente entre los aliados de Gobierno. En Moncloa expresaban su malestar hacia Yolanda Díaz por apartarse de una norma del Gobierno, denunciando que "Podemos nunca llegó a esto". Aunque Podemos tenía una estrategia más dura de puertas para afuera, con presiones constantes para torcer el brazo al PSOE, nunca llegó a oponerse a una medida salida del Gobierno, como sí ha hecho Sumar, tal como se quejaban estos días ministros socialistas. Yolanda Díaz, que siempre ha hecho gala de "bajar el tono" públicamente, sí ha ido más allá, sin tantas presiones públicas pero mostrando sus votos en contra. Un planteamiento que están dispuestos a mantener de aquí en adelante, en su nueva senda de "mano de hierro, guante de seda".

Los de Yolanda Díaz tampoco ocultaban su irritación. Criticaban que Sánchez hubiera llevado la norma sin buscar su acuerdo previo, después de que sus ministros presentaran observaciones formales dentro del Gobierno. En su rechazo se entrelazaban cuestiones relativas a la vivienda y a la protección medioambiental, que suponen dos "casus belli" para Sumar.

"Estamos disgustadas. No es aceptable ni en lo político ni en términos de coorperación de Gobierno. Este Gobierno tenía unos principios básicos", se quejaban desde la coalición de izquierdas, denunciando "que el PSOE se desvíe de esos principios para aprobar medidas con el PP", y haciendo un llamamiento a sus socios de Gobierno para que "vuelva a la senda acordada".

La plataforma de Yolanda Díaz lleva meses revisando su rumbo, pero su nueva estrategia del choque con el PSOE se hizo más evidente a partir del "punto y aparte" anunciado por Pedro Sánchez tras sus cinco días de reflexión. Unos días en los que Sumar se volcó en mostrar su apoyo cerrado al presidente, llegando a manifestarse por su continuidad.

Una vez visto el desenlace, cundió cierta sensación de haberse sentido utilizados por el presidente, en su intento por adherir al electorado de izquierdas en torno a su figura. Aquel episodio marcó un antes y un después en las filas de Yolanda Díaz, que aunque siguen defendiendo la "lealtad" ya no dudan en trasladar públicamente su malestar hacia el PSOE, con quien están decididos a confrontar.