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Talleres falleros

La competencia desleal y la crisis acaban con una docena de talleres falleros en 4 años

El Gremi d´Artistes Fallers de Valencia pide una «reconversión industrial» del sector y que «el que no tenga papeles no haga fallas»

La competencia desleal y la crisis acaban con una docena de talleres falleros en 4 años

Al menos una docena de talleres falleros ha desaparecido en los últimos cuatro años y para este próximo está previsto que cierren al menos dos más. Son datos del Gremi d´Artistes Fallers, que ha insistido en la necesidad de llevar a cabo una «reconversión industrial» del sector que permita acabar con la competencia desleal y fijar unos precios que les permitan sobrevivir.

Ya lo dijo el mestre major del gremi, José Ramón Espuig, durante la visita de la alcaldesa Rita Barberá, a la Ciudad Fallera. Los talleres están en una situación crítica y no reciben ayuda de las administraciones, lo que se traduce en pérdida de empresas y de empleos.

Ayer, el portavoz del Gremi, Ximo Esteve, le puso cifras a esa denuncia y valoró la situación con toda la crudeza de la que fue capaz. Según dice, en los últimos cuatro años, los más duros de la crisis económica, han desaparecido doce talleres falleros y algunos han tenido que trasladarse a polígonos industriales de los alrededores de Valencia para tener naves más baratas y más grandes. Es más, la situación es cada vez peor, dice, y «para este año cerrarán al menos otros dos más, que yo sepa».

La causa es, a su juicio, la «enorme competencia desleal» que ha surgido como consecuencia de la crisis en el sector de las ferias y los parques temáticos, que ha dejado en la calle a muchos especialistas y éstos se han refugiado en el mundo de las fallas.

Estos trabajadores, continúa, operan «sin que nadie les exija nada» y eso les permite bajar mucho los precios, de forma que quienes tienen todo en regla y pagan sus impuestos, no pueden competir con ellos. «Ni tienen permisos de Industria, ni cumplen con Hacienda ni pagan la Seguridad Social», dijo. «Todo lo que hacen es dar una factura cuando terminan el trabajo».

Los talleres legales, por su parte, tratan de competir dando más contenido del que presupuestan y eso al final es malo para todos, porque acaban perdiendo dinero, dice Esteve.

Cambio de rumbo

La solución, a su entender, no es otra que abordar, por parte de las administraciones local y autonómica, «una reconversión industrial de todo el sector». No vale la solución que les dan siempre desde el Ayuntamiento de Valencia de denunciar ellos a quien no cumpla la ley, «porque nosotros no estamos para pedir papeles». «Los que tienen que pedir papeles son ellos y el que no sea legal que no haga fallas», exige.

Si se hace así, será posible, a juicio de Ximo Esteve, mantener una unión en el sector y fijar unos precios que permitan trabajan con tranquilidad. De ello dependen más de trescientas familias vinculadas a los talleres falleros y las propias Fallas, pues «si se pierden los talleres, se hunde la fiesta», recordó el portavoz del Gremi.

Si no se hace así, «al final será Hacienda quien entre a saco en los talleres y nos lleve a todos por delante». «Las cosas hay que ordenarlas bien y que todo el mundo pueda trabajar con garantías. Ahora somos muchos los que hacemos fallas sabiendo que a final de año habremos perdido dinero. Y lo hacemos por no cerrar el taller, porque esto es lo que nos gusta y esto es lo que sabemos», dice.

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