Andrés Alonso desfilaba ayer en brazos de su padre, quien confesaba sentirse en un ambiente «caótico». Su madre, Mónica, andaba unos metros por detrás con el corpiño aflojado. «Le voy dando el pecho de vez en cuando», señalaba orgullosa. Su ofrenda tenía un punto de «ilusión» y «promesa». «Siempre decíamos que si conseguíamos tener un hijo, saldríamos», comentaba, al tiempo que calificaba de «milagro» el nacimiento del pequeño Andrés.

Una historia muy similar a la de Rebeca, que lucía orgullosa a su hija Aitana. «Prometí que si me quedaba embarazada, me haría fallera», explicaba. Hace tres meses nació la pequeña, que anoche bien abrigada se estrenaba en la Ofrenda. Otra ya fallera, esta sí «antes de nacer», era Mar Velasco, de apenas nueve meses, y primogenita de Vicente y Yolanda. Todos de la falla Sant Isidre. «Este es un día muy especial para nuestra familia», relataba una emocionada Yolanda.