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Entrevista

Mónica Bueno: "El himno valenciano no entiende de género, sino de tesitura y sentimiento"

La soprano que interpretó el himno de la Comunitat Valenciana en las exaltaciones asegura que «aunque haya cantado en el Palau muchas veces, ésta fue muy especial»

Mónica Bueno: "El himno valenciano no entiende de género, sino de tesitura y sentimiento"

Mónica Bueno reconoce estar abrumada. Después de años de carrera profesional dedicada a la lírica, de infinidad de actuaciones, apenas un par de minutos en la exaltación de las falleras mayores de Valencia la han lanzado a la popularidad mucho más. Así son las cosas. Es fallera de pura cepa: está casada con Daniel Esteve, presidente en su momento de la Plaza del Árbol y poeta. No llegó a conocer a su suegro, Agustín Esteve, otro histórico de la comisión del Carmen. Y este año, su hija Daniela reina en la comisión infantil.

Se dice que la exaltación impone muchísimo. Y es cierto que no pocos mantenedores han sufrido como nunca. ¿Le pasó lo mismo pese a su experiencia?

¡Impone muchísimo! Yo he cantado muchas veces en ese escenario, pero un día como ése es especial. No sé si por la luz, que ese día es única, la decoración, las flores, las autoridades, las falleras... parece más grande. Yo lo he vivido como fallera mayor y muchas veces en la televisión, siempre llorando de emoción. Allí, cuando salí, recién salida del camerino, sentí una sensación de "subidón". Pero en cuanto empecé me puse en modo profesional. Lo más complicado, por falta de costumbre, era el no poder comunicarme con el director de la banda, que estaba detrás del todo, una perspectiva que no suele ser habitual.

¿Es difícil el himno?

No especialmente. Tiene un momento, a partir del «brinden fruites daurades» que es más grave, pero con técnica se pasa bien.

¿Qué diría sobre el debate suscitado por el hecho de que una mujer lo haya cantado?

Primero, más que hombre o mujer, yo hablaría de soprano o tenor. Todo tiene sus adaptaciones. Por ejemplo, el maestro Serrano la compuso realmente para orquesta y no para banda. Y para un coro masculino e infantil. Lo normal es que el «sólo», la primera estrofa, la hiciera un tenor. Pero eso no quita para que una soprano, una mezzosoprano, no pueda hacer una versión. ¿Y por qué? Porque tengo tesitura para poder llegar y, sobre todo, porque tengo sentimiento. El himno de la Comunitat Valenciana no tiene género, no es un personaje de una obra lírica supeditado. Yo se lo he escuchado también a otras compañeras y no veo ningún problema en que lo hagamos.

¿Cómo surgió la posibilidad de cantar en la exaltación de las falleras mayores?

A raíz de la presentación de bocetos de la Agrupación del Carmen. El presidente de la agrupación me presentó a Pere Fuset. Hablamos de que yo, hace unos años, lo había cantado ya en el homenaje a Peris Celda que hace la agrupación el 19 de marzo. Ya el presidente entonces me había dicho aquello de "de aquí al Palau". Debió gustarles la idea, porque al cabo de unos días me llamaron.

¿Qué sensaciones ha tenido?

Aunque sea profesional, aquí cuentan mucho los sentimientos. Una emoción enorme.

Su hija es fallera mayor infantil este año y estuvo en el Palau. ¿No llegó a verla?

¡No! No estaba en el patio de butacas, sino arriba. Ella me dijo «¡mamá, mamá!» pero no la oí.

Un detalle en la historia. En 1991 se afeó a Francisco que no se dirigiera con la mirada a Carla Muñoz cuando cantó en «El Fallero» lo de «xiqueta meua». Usted miró a ambas falleras mayores con lo de «i als teus peus sultana

No entro en comparaciones. Simplemente, me salió del alma. Con esa letra, no podía hacer otra cosa que girarme, mirarlas y dirigirme a ellas. Recuerdo que Raquel se dio cuenta y me hizo dio las gracias mientras cantaba.

¿Va a cantarlo más veces?

Sin tener nada que ver con lo del Palau, ya me lo habían pedido para el próximo viernes en la falla Pobla del Duc-Benipeixcar.

¿Por qué se canta tan pocas veces en directo?

Seguramente porque lo cómodo es poner el CD pregrabado y ya está. Creo que, cuando se organiza una presentación, en lo último que se piensa es en contratar un cantante. De todos modos, tengo que decir que en el Palau he cantado de forma desinteresada.

Se ha alabado, precisamente, su condición de fallera.

No es más que plasmar una realidad: las fallas tienen profesionales en todos los aspectos. Y si podemos aportar algo, y además de forma altruista, lo doy por muy bien empleado. Ha sido una experiencia muy especial. Como fallera y como cantante ha sido un verdadero sueño

¿Le queda algo por hacer?

Cantarlo en la presentación de mi hija. ¡Puede que ahí lo pase mal de verdad!

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