¡Como cada año, miles de valencianos y visitantes esperan con impaciencia la llegada del mes de marzo con sus ineludibles Fallas. Una fiesta que nace y muere con el fuego y dibuja un escenario de calles repletas de color, explosión y un sinfín de gente, especialmente durante las «mascletàs». Y es que las Fallas son uno de los festejos que mayor impacto tiene sobre el turismo nacional.
Con las vías más céntricas de la ciudad convertidas en un flujo incesante de personas, resulta dificil ignorar la gran oportunidad de negocio que se crea. Un valor que unido a su vertiente cultural convirtió este festejo en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2016.
De este modo, son numerosos los sectores económicos que aumentan su actividad durante la celebración de las fiestas josefinas y otros tantos los que emergen año a año para dar respuesta a la demanda de la ciudadanía. Es el caso del alquiler de balcones.
Mercado emergente
Desde hace pocos años surgió la iniciativa de alquilar balcones situados en las inmediaciones de la plaza del Ayuntamiento, abarrotada de gente, para contemplar las «mascletàs» disparadas diariamente por diversas pirotecnias de la Comunitat Valenciana. Una vista de altos vuelos que cuelga el cartel de «sold out» semanas antes de que empiecen los festejos.
Sus precios oscilan entre los 20 y 150 euros por persona y día, aunque estos puede variar en función de los servicios contratados y las tarifas de grupo. De este modo, usuarios y empresas pujan por conseguir el balcón que cuente con más metros cuadrados o esté más próximo al espacio pirotécnico. Un negocio que supone un ingreso de hasta 8 000 euros para los propietarios que ponen a disposición pública sus balcones.
Una experiencia «gourmet» que se pone al servicio de los cinco sentidos, ya que muchos de los alquileres ofrecen servicio de catering o música en directo a través de DJ's. Los menús ofrecen bebidas y platos tan variados como suculentos. Desde tablas de ibéricos a tortillas españolas, pasando por las paellas valencianas, los momentáneos inquilinos disfrutan de una experiencia multisensorial. Es por eso que cada vez son más las personas que demandan estos balcones, cuyo público predominante son las empresas.
Las agrupaciones aprovechan estos actos para publicitar su marca en un ambiente lúdico y distendido y atraer nuevos clientes con la posibilidad, incluso, de decorar el espacio de forma corporativa.
Demanda digital
El interés que suscita esta nueva forma de disfrutar de la pirotecnia valenciana se traduce en más de 1.420.000 búsqueda en portales digitales, medio que las empresas utilizan para ofrecer los balcones. A través de Internet los propietarios de estos espacios ofrecen catálogos con sus diferentes productos en los que se indica la disponibilidad de los balcones, así como su precio, los servios extra que ofrecen e información adicional como horarios de apertura y acceso.
Un negocio que surgió en la Red y que ha captado la atención de la Agencia Tributaria, que trabaja para evitar la proliferación de estas terrazas «pirata». El pasado año se ampliaron las actuaciones sobre este nuevo modelo de negocio mediante inspecciones en las que se advirtió a los arrendatarios de las obligaciones fiscales devenidas, como la documentación requerida sobre el contrato de alquiler o la obligatoriedad de su inclusión en la declaración del Impuesto de Valor Añadido (IVA) del primer trimestre. Todo ello mediante una licencia de constancia de hechos.
Una experiencia única que Levante-EMV acerca a sus lectores mediante el sorteo de diez invitaciones dobles para disfrutar de la «mascletà» desde su balcón situado en la plaza del Ayuntamiento.
