Aroa se presentó dos veces a fallera mayor infantil de su comisión, «pero no salí: en mi comisión va a perolet y no tuve suerte». Y por eso? «he sido tres veces fallera mayor». Que se dice pronto. «Primero fui con 18 años y conforme estaba acabando decía: "este ha sido mi año de fallera mayor infantil". Aún me tocará el de fallera mayor de verdad. Y ese llegó en 2016». Y el tercero: «porque era el 50 aniversario, nadie se presentó y me dolía en el alma que no hubiera ni mayor ni infantil». Y a los 31 años ha logrado lo que no pudo en las dos veces anteriores: superar la preselección. «En 2007 cogí un berrinche que no veas. En 2016 me alegré mucho porque salió mi infantil. Este año estaba muy tranquila. Sabiendo que al acabar me iba a una despedida de soltera. Y cuando dijeron mi nombre no me lo creía». Lo celebraron en la falla «cerré la puerta, me cambié de vestido? y fui a la despedida». Ella no celebrará ya la despedida de soltera porque se casó un mes antes de la preselección. «Tenía la fecha antes que la de la preselección, claro. Mi marido es fallero desde que nació, «Sornino» de verdad. Y tras 14 años?». Sorninos son los de la falla Cristóbal Sorní. Siempre ha vivido en Burjassot. «Mi madre fue fallera mayor en 1978». Aroa se hizo sornina tras una prueba, nunca mejor dicho, de fuego: «de niña me daban pánico los petardos. Mi madre me dijo que así no me hacía fallera». Con lo que «el reto llegó a los siete años: si era capaz de aguantar una mascletà debajo del ayuntamiento, me apuntaba. Y ahí estaba yo, aguantando todo lo que pude». Otro Challenge fallero, que ya hemos visto con otra preseleccionada, a la que apuntaron tras aguantar sin chistar una Ofrenda. Es técnica en Farmacia «y estoy trabajando en el Hospital Doctor Peset. Es un grado medio que está entre el farmacéutico y el auxiliar. Un término medio. Hago los carros para las habitaciones, preparamos los goteros? sale todo hecho». Y está tan a gusto que, de momento, ahí se queda. «Me puse a trabajar y la verdad es que dejé los estudios. Pensaba hacer la carrera de Farmacia pero he tenido mucha continuidad. No he parado nunca». Sol de andalucía en píldoras. Su caso es raro, porque los ancestros del sur no proceden ni de Córdoba ni de Jaén, que es casi la norma. «Mi abuelo era del Rincón de la Victoria y mi abuela de Antequera». Sabor malagueño. «Mi madre es valenciana. De pequeña iba al Rincón, pero no he llegado a ir todavía a Antequera. A la boda vino la familia antequerana. Siempre estoy con la idea de ir, de ir?». Pero si la agenda de 2020 se lo impide por motivos cortesanos, seguro que podrá esperar un poco más.
