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Quiero ser fallera mayor de València

Una vida fallera marcada por un trajecito azul y una ofrenda con veinte días de vida

Carla García Hernández | Falla Plaza Lope de Vega (La Seu-La Xerea-El Mercat)

Una vida fallera marcada por un trajecito azul y una ofrenda con veinte días de vida

Si sale elegida habrá una fiesta de cumpleaños, el que hace 22, en los instantes previos a los días más importantes de su vida, los de la primera mascletà en adelante. Porque Carla nació un 27 de febrero. Y con apenas tres semanas «a las once de la noche, me sacó mi madre en la Ofrenda. Apareció en casa de mi abuela, conmigo en brazos, vestida ella con la cesárea hecha y diciendo que "a mi hija la tiene que ver la Virgen". Aún conservo el traje». Traje de valenciana, nada de chaleco, y azul marino. «No sé si fue ése o el siguiente que es blanco, también lo usó una prima de mis primos que también está preseleccionada:Raquel Nebot» (La fallera de Jacinto Benavente). Y el traje azulito se queda, de momento, a la espera de que «se lo ponga mi hija». Cuando llegue. Siempre ha sido fallera de Lope de Vega. «Mi madre se apuntó el año en que celebraban el 75 aniversario. Ella siempre había querido ser fallera. Tendría por entonces mi edad y como tenía relaciones allí, se apuntaron ella y otras amigas más. Ni siquiera conocía aún a mi padre». El tiempo pasó y ahora llega ella, una generación después, y cuando la comisión ya ha superado el centenario. Fue fallera mayor infantil en 2009. «No fui preseleccionada» y este año fue mayor «por una norma no escrita que tenemos, de repetir todas las amigas, una detrás de otra, diez años después. Hemos sido Merche, Cristina, Mar, que es la única que no pudo ser, luego yo y Sofía». Ahora le faltaría rematar con una elección que le ha sido esquiva a Lope de Vega en los últimos años a pesar de la nutrida historia que tiene en el cargo de honor. La última fue otra Carla, Sanchis de la Concepción, y ya han pasado trece años y recientemente «Andrea ha estado dos veces en la final». En una comisión de falla, toda mano es buena, aunque en septiembre, si el sobre del notario le es favorable, tenga que dejar de echarlas. «Este año me he metido en juveniles. Hasta ahora no quería apuntarme a un equipo de trabajo y no hacer nada si no podía por la carrera. Prefiero ayudar cuando estoy con disposición de verdad. Y como este año tengo menos parte teórica, sí que lo he hecho». ¿De qué? «Soy proyecto de enfermera. Me falta el año que viene». Estudia en la Universidad Católica y «he hecho prácticas; en primero sólo con muñecos y en segundo, tercero y cuarto en centros hospitalarios». Y ya se sabe que la pasión por las Fallas puede propiciar situaciones chocantes, no habituales en el guión de las rutinas diarias. «He ido a un quirófano peinada de valenciana. Con el gorro claro, en el centro de oftalmología que está junto al Bioparc. Instrumenté cataratas. No te puedes imaginar cada vez que entraba un paciente: «¿Llevas el pelo de valenciana debajo del gorro?». Paula Santarrufina, Laura Bennasar y Elena Rivero se podrán explicar, dentro de una corte, las virguerías que hay que hacer para compaginar bata blanca y ganchos al más alto nivel. Si el día 21 el diagnóstico es favorable.

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