Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Candidata a fallera mayor

Deborah Pascual: La leyenda continúa en casa Pascual Alegre

Deborah Pascual: La leyenda continúa en casa Pascual Alegre

«Deborah es cosa de mi padre. Tenía mucho aprecio por una chica de la falla, pero llegado el momento se le olvidó el nombre. Le gustaba y lo quería para su segunda hija. Tuvo que irse al llibret para cerciorarse. De ahi salió mi nombre. Mi madre eligió el de mi hermana y él el mío. Todo repartido». Y con hache al final «pero con el Registro hemos tenido algún problema. En el DNI salgo sin hache». ¿Tiene santo? «Si: el día de la Fonteta, el 21 de septiembre. Pero el que sale es San Mateo».

Y con Deborah Pascual, 25 años y hache al final, la leyenda continúa. Pocas son las hermanas que han sido cortesanas. Pocas, pero haberlas haylas. En 2014 fue Esther Pascual y ahora llegó Deborah. Un ejercicio de enorme autestima en casa. «Yo viví muchísimo el año de mi hermana y sé que ella también va hacer lo mismo. Es que pienso en ello y se me ponen lospelos de punta. Ha sido una alegría inmensa. Que mis padres hayan visto esto es un orgullo enorme. Nos hemos criado y educado en el mismo ambiente. Hemos aprendido dela fiesta lo mismo porque la fuente es la misma. Y la verdad es que las dos en 2014 ya aprendimos mucho más de la fiesta. El anterior nombramiento lo viví en las gradas. La nombraron la número once. Recuerdo que lo pasé muy mal, "hecha un cuadro". Mi recuerdo es no querer dormirnos cuando llegamos a casa, hablando y hablando».

Deborah es enfermera. «Durante el verano no hubo cambios en el trabajo, porque en verano no puedes parar de trabajar. De hecho, estuve tanto en La Fe como en la clínica de L'Eliana donde estoy habitualmente. Con las pruebas voy a intentar alargar el permiso». Luego... las tres enfermeras del pasado año tuvieron que jugar con trigonometrías laborales. «En la clínica, mis compañeras están dispuestas a arreglar conmigo todos los horarios que pueda. De muy pequeña, la figura de la enfermera no estaba tan valorada en el mercado. Quería ser médico. Pero conforme pasaban los años me dí cuanta donde ésta era mi vocación. Me gusta mucho el contacto con el enfermo, el apego que les coges». Ahora le tendrá también apego a otra cosa, gestada en un viaje de vuelta.

Compartir el artículo

stats