El próximo viernes 18, las Fallas de 2020 cobrarán una nueva velocidad y un giro sustancial. Apenas apagados los ecos de la locura que supone elegir y proclamar a las nuevas falleras mayores de la ciudad, el apartado artístico cobra protagonismo con la inauguración, en un mismo semana, de las exposiciones que darán a conocer buena parte de las mejores obras que se plantarán y quemarán cinco meses después.
La Federación de Especial será la primera. Ese día, a las 19.30 horas, se inaugurará en Nuevo Centro la exhibición de los proyectos. Este año, además de los expositores de patrocinadores y firmas relacionadas con la fiesta, habrá un apartado especial para el vigésimo aniversario de la «Festa per a Tots». Porque la Federación, como tal, se constituyó en 1998 y empezó a competir en 1999. Pero el acto conjunto, con carácter abierto a la ciudadanía, tardó dos años más. El título de «Festa per a Tots» nace con la intención de ser una fiesta amiga y amigable y lo cierto es que lo ha conseguido sobradamente.
A lo largo de los años ha pasado por diferentes espacios. Empezó en el Museo Príncipe Felipe para, sucesivamente, ir brujuleando por el Palau de la Música, Congresos, Teatro Principal, Palacio de la Exposición, Jardín del Turia, Atarazanas, Veles e Venta y, finalmente, Nuevo Centro, donde permanecerá abierta también el sábado de 10 a 22 horas y el domingo 20 de 11 a 20 horas. El coloquio de los artistas será el sábado, a las 18 horas, con un posterior concierto de Hombres de Hueso y el domingo habrá, desde las 11, una degustación popular de horchata y un monólogo posterior de Piter Pardo. A las 18 horas se celebrará un desfile de indumentaria valenciana.
Hay otra duda que queda por resolver: las comisiones (Na Jordana, Pilar, Convento Jerusalén, Antiga de Campanar, Almirante Cadarso, Duque de Calabria, Cuba-Literato Azorín, Exposición y Sueca-Literato Azorín) deben mostrar sus proyectos. Lo que no se especifica es «hasta donde».
Dicho de otra manera, en las últimas ediciones, y especialmente en la última, empezó a ponerse en evidencia las reticencias a la hora de mostrar más de la cuenta. Lo que supone, obviamente, un contrasentido ante lo que es sacar a los amantes de la fiesta de la incertidumbre. Una muestra muy timorata puede acabar por dejar «tocada» esta convocatoria, que, en cuyo caso, debería replantearse el retrasarla en el tiempo, cuando el «espionaje» entre participantes sea más difícil. En cualquier caso, es algo que se desvelará el día 18 y, aún en el peor de los casos, se prevé que sirva para ir haciéndose una composición de lugar bastante fidedigna de lo que habrá en la calle.
