"Sólo sé que no se nada" diría Sócrates si le preguntaran por las Fallas de 2021. En la antigua Grecia no había concejalía de Cultura Festiva ni incertidumbres por pandemia. Acabando 2020, el futuro de la fiesta está velado todavía por unas normas que cambian cada poco tiempo. Por eso, en la asamblea de presidentes de noviembre no se ha podido poner nada negro sobre blanco, pero sí que ha servido, por lo menos, para que el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, se haya puesto nuevamente la chaquetilla de la complicidad con su gente, a la vez que, sin estridencias, le ha lanzado un dardito a Sanidad a colación de las restricciones que permanecen vigentes en los casales.

Todo está condicionado a la evolución de las normas sanitarias y, como bien se sabe, las restricciones permanecen vigentes hasta el 9 de diciembre. "Parece que la vacuna está a punto de llegar. Estamos en contacto e iremos informando. Sé que hay muchas preguntas, pero no tenemos una respuesta clara". Galiana mandó un mensaje "de esperanza y ánimo. Estamos con vosotros y no paramos de reinventarnos, pero muchas preguntas aún no tienen respuesta".

Pero, como es lógico, la gente quiere saber. Los presidentes quieren saber. Le pidieron que dijera qué se podrá celebrar, pero el concejal no quiere "los titulares de la prensa de mañana si digo que "se va a celebrar esto o aquello". Por eso pido tranquilidad. Vamos a pasar la Navidad y en cuanto tengamos algo claro lo diremos". Tanto es así, que el pretendido programa de festejos se leerá y aprobará en enero "para no trasladar falsas expectativas. Y los falleros somos capaces de poner en marcha las cosas en poco tiempo".

El jueves hay una nueva reunión con Sanidad, pero en esta ocasión en Gandia. Y Galiana avanzó lo que ya se conocía: que van a presentar un escrito para levantar en parte las restricciones de aforo en los casales. Vino a cuenta de la pregunta de la falla Fray J. Rodríguez-Pintor Cortina, que mostró su angustia por no poder ensayar teatro a causa de la restricción de aforo, siendo además el suyo un casal extraordinariamente grande.

Se apreciaba un punto de rebeldía en el discurso del concejal porque aseguró en la contestación que "si decimos que la cultura es segura, lo es para todos", en alusión a los recintos que sí que se mueven por aforo. "Tenemos dos opciones: anularlo todo o ir jugando con lo que tenemos y tirar hacia adelante". "Otra cosa es el recorrido que tendrá la solicitud".

¿Y los permisos? Porque se pedían en diciembre (el plazo acababa en ediciones anteriores el 31) y la maquinaria burocrática gripa en este estado de incertidumbre. La pandemia entiende poco de churrerías y carpas. "Hemos hablado con los técnicos municipales. Evidentemente, los plazos se alargarán, pero hay que pensar que esto es una pandemia y que muchas de las actividades no se podrán hacer. Los permisos están suspendidos con lo del año pasado y se reactivarían y ya está. La voluntad del ayuntamiento es poner facilidades. Pero a día de hoy, estar pensando en zona de actividades es cogerlo con pinzas. No hay locales de ocio nocturno... si se puede hacer, correremos más que otros años".