«Lo hicimos con buena intención, València es de origen árabe y no queríamos ofender a nadie». Así se mostró ayer la Fallera Mayor de la comisión Duque de Gaeta-Pobla de Farnals, Patricia Montesinos, instantes antes de entregar a la comunidad musulmana valenciana la Media Luna que componía la falla de 2020. En la inscripción figuraba «Ramadan Karim», (Ramadán Corán en castellano) y, como tal, suponía un agravio que el fuego devorara un símbolo de la cultura árabe que suponía un agravio para su cultura, ya que el fuego simboliza la destrucción. Por eso, desde en un gesto de «diálogo e integración», como defendió el presidente Marcos Soriano, se les hizo entrega de esta media luna que ahora guardará la comunidad paquistaní en las mezquitas donde asisten al culto.

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Así han indultado la Media Luna y La Mezquita de Duque de Gaeta tras las quejas de la comunidad musulmana Germán Caballero

A las seis de la tarde se escenificó la entrega. En el chaflán entre Duque de Gaeta y Pobla de Farnals, Montesinos, Soriano y el artista fallero Vicente Llácer «entregaron» la luna a la comunidad musulmana y, en concreto, a la paquistaní, quien recogió el ‘ninot’ y lo trasladó en una furgoneta a sus dependencias. «Es un detalle que en nuestra cultura no está bien visto, quemar la media luna o la mezquita. Para evitar problemas, hablamos con la comisión y decidieron entregárnosla como un regalo y por ello estamos muy agradecidos y felices», señaló Saqib Hashmi, presidente da la mezquita Darulislam.

Según explicó ayer la presidenta de la ONG València és Refugi, Ana Isabel Martínez, que ha intermediado en esta situación, se le entregará a la comunidad paquistaní por acuerdo del resto de asociaciones. «Fueron los primeros en contactar para que se resolviera el conflicto a través del diálogo y la colaboración, y durante todo el proceso ha participado el resto de la comunidad musulmana», señaló Martínez.

Fruto del diálogo y la colaboración, la comisión Duque de Gaeta les ofreció también la gran mezquita donde se sostiene la Media Luna. Sin embargo, debido a las grandes dimensiones que tiene, la comunidad musulmana declinó el regalo que finalmente se quedará la falla para ser reutilizada en otros actos falleros tales como teatros o representaciones varias.

Interpretación errónea

El origen del conflicto podría radicar en una mala interpretación de la inscripción en la media luna. Según explicó la mediadora de la ONG, la comisión pensó que se había escrito «Pedir Ramadán», hasta que supieron, una vez se conoció la inquietud de diversos colectivos, que integraba la palabra Corán. Junto a Mahoma y Alá, son los tres elementos que no pueden ser vulnerados.

«La intencionalidad nunca fue la ofensa, fue el desconocimiento. Tan pronto como fui a hablar con la comisión se mostraron contentos y predispuestos a solucionar el problema. De ellos ha nacido celebrar esta entrega simbólica como un regalo a su comunidad, el diálogo ha sido muy bueno», señaló Martínez.