"Es darle una vuelta a la concepción de la mascletà que tenemos hasta ahora. Queremos cambiar ese concepto tanto en su montaje como en su ejecución". Así ha descrito el pirotécnico Ricardo Caballer el disparo de la plaza municipal para el 15 de marzo.
Una mascletà "next gen" que se disparará "desde todos los puntos de la plaza en todo momento. Una parte alrededor de la misma y la otra ocupando la plaza en su totalidad", que estará "programada en su totalidad, con nada menos que 229 kilos de material ("en 2019 quemamos más"), 4834 líneas y una duración exacta". Que es "6 minutos y 4 segundos".
"Es una idea que tiene años, pero que no me había atrevido. A lo largo de estos años sigue siendo, en esencia, como siempre, aunque se hayan cambiado cosas como la digitalización o eliminar las cañas. A la hora de la verdad, el disparo viene a ser siempre igual" aseguraba Ricardo Caballer.
Al público "le va a llamar la atención el montaje lo primero. Pero sobre todo, en la sensación, el "feeling". Habrá 14 ordenadores al servicio del proyecto. Que nunca hay subidas y bajadas entre fases. Siempre va a ser en subida. Que eso aún no sé cómo va a funcionar. El terremoto va a ser muy audiovisual, de lado a lado de la plaza, con 56 posiciones". Los que mejor lo podrán ver será "la gente de los balcones, pero en el suelo van a tener todos la misma acústica".
"Una mascletà totalmente eléctrica evita problemas de encendido con mecha. Incluso si llueve no pasa nada". La electrónica permite que nunca decaiga. Se hizo un ensayo previo en un evento organizado con Lamburguesa, restaurante colaborador del proyecto "y ahora nos atrevemos a llevarlo a la plaza. Nos la jugamos, la verdad".
"El objetivo es mantener la asimetría" que no quede demasiado perfecta "pero va a ser diferente, sin duda".
"Novedosa va a ser y estaremos nerviosos. Una vez que apriete el play, espero que guste mucho y que, a pesar de que se pueda disparar, la lluvia no desluzca".
