"La vida debería ser como Laura"

Laura Mengó recibe el homenaje por ser fallera mayor de València y el reconocimiento a su particular valentía vital por ser Laura en una exaltación completamente normal y con ganas de volver a vivir su particular delirio y singularidad

Los momentos más emocionantes de la exaltación de la fallera mayor de València, Laura Mengó

Foto: M. Á. Montesinos | Vídeo: LMV

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

«Laura, espere que un dia et retrobes amb aquella xiqueta de nou anys, que jugava feliç amb Cloti, que moria per ser Fallera Major,... Quan la trobes, només et demane una cosa: mira-la als ullets i dis-li que sí, que el va aconseguir! Dis-li que, que de vegades, els somnis es compleixen en la pell d’aquells que més estimem...» fue el remate con el que Jaime Bronchud, magistral y con permanente nudo en la garganta, rubricó la catarata de sentimientos con los que se vivió la exaltación de la fallera mayor de València. La de 2023, la que pasa a formar parte de la lista de ilustres en una fiesta a la que el cargo no sólo no le pesa, sino que le sirve para fortalecerse. Porque se puede ser dama de trono y, a la vez, formar parte de un entramado completo de la sociedad. Ese «delirio y mil suspiros, que sólo arde si lanzamos al fuego todas y cada una de nuestras emociones para hacerla única y singular. La más Antiga y Especial de todas».

Laura fue la protagonista como tantas otras han pasado ya por allí y tantas otras pasarán. Y lo fue la corte de honor, que también disfrutó de un discurso muy personalizado, con el que el foco se puso donde había que ponerlo: en la fiesta y en ellas mismas, mismamente. Otro día serán los artistas falleros y otro los pirotécnicos. Y juntos, permitirán recuperar las sensaciones que habían quedado trastabilladas con el paso de los últimos años.

Y que ahora regresan como si prácticamente nada hubiese pasado. La exaltación fue prima hermana de la de enero de 2020, cuando aún no había síntomas de que le iban a partir el espinazo. Ahora, con las constantes vitales recuperadas, la exaltación regresó para poner en valor nuevamente (ya se hizo en octubre) a Laura Mengó. «Condenada a brillar siempre, porque se forjó con una discreta valentía y un descarado sentido de superación. Y toda la belleza que acumuló dentro de sí durante años, se le ha ido saliendo fuera para hacerla más brillante todavía».

Era referencia obligatoria lo vivido por Laura en una vida no fácil. Porque ya hemos visto en los meses anteriores que no ha habido misterios de Laura, sino realidad afrontada sin ambages, los que ella nunca ocultó pero tampoco ostentó. «Antes de que los héroes de la sanidad fueran héroes, ella ya sabía que, de mayor, quería conseguir una capa de heroína como las que ellos llevaban. Porque quería devolver un poco de la mucha ayuda que recibió de aquellos fantásticos magos de las batas blancas. Laura es luchadora, divertida, honesta. Laura es vida. Y la vida debería ser como Laura».

Discurso completo del mantenedor la fallera mayor de València, Jaume López Bronchud

Exaltación tranquila, porque las exaltaciones deben ser tranquilas. Los sobresaltos son para la Fonteta, la lectura de premios y tantos otros estímulos. La exaltación es para disfrutar. Se empezó con los bailes de Les Folies de Carcaixent, que dieron lo que saben hacer: bailar. No se quejarán los puristas:folclore a tutiplén jugando con una fantasía de colores, empezando con el blanco, el alter ego de la noche del negro más bonito, para ir cambiando de matices entre bailes. Aplaudido sin dudar.

Después, la historia de cada fallera del otro no menos importante salón de la fama. Belén, Marta, Mar, Cristina, Laura, Gloria, María, Carolina, Diana, Ana, Anabel y Carmen. Qué diferente es la composición de la corte de honor respecto a hace una generación. Ni mejor, ni peor: diferente. Ellas son las del momento, como lo fueron sus antecesoras, invitadas especiales a la fiesta.

¿Qué pasó con las célebres canastillas? Entró la «senyera» de Lo Rat Penat con el público puesto en pie, se nombró una a una las oferentes que adornaban el escenario, subió la reina de las fiestas de la Magdalena, la bellea del foc (con el público palmeando al ritmo de «Les Fogueres») y la megacanastilla de l’Antiga y duró menos de la mitad que lo habitual:once minutos. También hay otra forma de verlo: aquellos que no llevaron es porque lo que querían en los años anteriores era notoriedad y target y la fallera mayor de turno les interesaba más bien poco.

No pueden ser las canastillas la estrella de la noche porque lo que de verdad contaba ayer era Laura. Y la corte. Y lo que ha de venir. 

DIRECTO | Exaltación de la Fallera Mayor de València 2023, Laura Mengó