La Falla Municipal gusta: "A mí me sugiere que cuidemos la tierra y todo lo bonito que tenemos"

La obra, de Marina Puche y Manolo García Lleonart, ha tenido una buena acogida entre los visitantes

Ariadna Martínez

"Mami, ¡hay un hombre volando! ¡Una gamba! ¡Una casa!", comenta una niña acercándose a la Falla Municipal, situada en pleno centro de València, que enuncia "Cardioversió valenciana". Se trata de una composición de elementos de la cultura y el paisaje valenciano unidos por una pieza central en forma de corazón: una obra de la artista plástica Marina Puche y el artista fallero Manolo García Lleonart, que se encuentran animados, pues la idea está gustando. "Plasma bastante la idea de que el corazón de València es todo lo que alberga, su biodiversidad, sus gentes, sus tradiciones...", comenta un visitante. "Parece que quiere representar lo mucho que impacta la naturaleza en nuestras vidas, los sentimientos que nos produce", intenta descifrar otro. De noche es aún más llamativa, pues el corazón se enciende en rojo y late. "Las luces y todo... ¡Me alucina!", exclama una chica. Otra mujer, mientras observa la obra con atención, asegura: "A mí me da el mensaje de: 'cuida tu tierra y cuida todo lo bonito que tenemos'".

La falla, cuya "plantà" culminó ayer, hace referencia a todas aquellas experiencias que hacen que se nos encienda el corazón. La "cardioversión" es un procedimiento médico en el que se utilizan choques rápidos y de baja energía para restablecer un ritmo cardíaco normal. Por eso, la pieza central (el corazón) está envuelta por esos momentos que "restauran nuestro latido", que nos reactivan con fuerza el corazón. Marina Puche y Manolo García Lleonart han querido acotar este concepto a "la terreta": ¿Qué es lo que nos enciende el el corazón concretamente a los valencianos?

Se trata de una falla colaborativa, pues la ciudadanía ha participado de manera activa en la creación de los monumentos. Para su composición, se lanzó una convocatoria que lanzaba la pregunta sobre la que gira la idea. Seis de las escenas de la estructura fueron ideadas a través de algunas de las respuestas.

De esta forma, las "experiencias" que rodean la falla y que se han recogido a través de testimonios reales, van desde un paseo por la Albufera disfrutando de las aves del lugar, hasta una señora presumiendo de una paella valenciana, pasando por el mar mediterráneo o la Huerta.

Lo que nos enciende el corazón

Otras cosas que le encienden el corazón a aquellos que tienen la suerte de residir en la nombrada "la mejor ciudad del mundo para vivir", son, comenta la gente que se pasea por la falla, "ir al el puerto un domingo", "las relaciones humanas", "ir a la Albufera con las amigas a tomarnos un vinito y ver el atardecer". Dos mujeres, antes de concluir el momento con un abrazo, se miran con alegría y comentan: "encontrarme con una amiga a la que no veo desde hace mucho para disfrutar juntas de las fiestas".

Otros momentos especiales para los habitantes de la ciudad del Túria son la Mascletà, "pasear y callejear por las calles me hace muy feliz, porque València es una ciudad muy paseable, y tomarme una cervecita con los amigos en cualquier sitio", o "andar por el parque del río".

Un hombre resume muy bien la idea al concluir, con una sonrisa de paz: "Las cosas pequeñitas de todos los días. Eso es lo que realmente nos hace felices. Esta luz, este sol, la gente".