Más de la mitad de las fallas aún no han pedido los permisos para 2024

La sofisticación del trámite digital y la falta de formación explican parte del atasco

La petición de espacio para instalar la carpa es uno de los trámites que finalizan en menos de dos semanas.  | GERMÁN CABALLERO

La petición de espacio para instalar la carpa es uno de los trámites que finalizan en menos de dos semanas. | GERMÁN CABALLERO / moises domínguez. valència

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

A dos semanas de cierre, menos de la mitad de las comisiones de la ciudad de València -163 fallas- han solicitado la ocupación del dominio público (carpas, churrerías, pirotécnica, etc.) para las fiestas del próximo mes de marzo. Y aunque se prevé una avalancha de peticiones en el tramo final, el dato preocupa en el ayuntamiento. Lleva preocupando prácticamente desde los primeros días, puesto que esto supone un atasco en el proceso de tramitación, que puede llevar, con el paso de las semanas, a un retraso en las autorizaciones de los mismos. Todo ello, a pesar de que la concejalía de Fallas adelantó este año los plazo y a pesar de que el concejal Santiago Ballester lleva advirtiendo de ese exceso de tranquilidad durante las últimas reuniones de pleno de Junta Central Fallera y asamblea de presidentes. Algo que repetirá en las reuniones correspondientes al mes de diciembre.

El dato, finalizando la antepenúltima semana, y tras no pocos llamamientos, no es tranquilizador: 163 comisiones, que son menos de la mitad del censo de la ciudad, han pasado por la ventanilla. Ballester está conociendo de primera mano lo que es una de las grandes problemáticas de las comisiones contemporáneas: el enorme retraso en el cumplimiento de los plazos. Algo de lo que ya se quejaron sus antecesores Pere Fuset y Carlos Galiana y que viene motivado por varios factores.

Primero, el cambio, necesario, hacia la modernidad, que ha propiciado el empleo de la secretaría virtual. Y junto a ello, la creciente complejidad de dichos trámites y la falta de continuidad de los responsables de las comisiones a la hora de cumplimentarlos y la ausencia de un programa de formación consistente.

Cambios de presidencia

El tradicional cambio en las presidencias y equipos rectores de la fiesta lleva a que cambien los responsables de secretaría y, con ello, a un habitual «volver a empezar». Que se nota, por ejemplo, en la cantidad de errores que se producen cuando se presentan trámites. De ocupación de dominio público, de contratos para la clasificación de Fallas e incluso de petición de subvenciones. Recientemente, el secretario de la JCF, Nico Garcés, mostró su desazón por la cantidad de datos erróneos que había recibido para la Clasificación de Fallas, con nada menos que 280 incidencias en 382 contratos.

Hay comisiones que han optado por habilitar ya a terceras personas ajenas o no a la propia comisión para llevar a cabo la labor de gestoría de forma permanente y, con ello, saber utilizar las herramientas con rapidez.

En el caso del dominio público, se trata de actualidad o modificar las zonas que las comisiones desean disponer para celebrar su actividad durante la semana de fiestas, aparte de la propia ubicación de la falla. Con el desarrollo de nuevas herramientas, se generó años atrás una aplicación de Geoportal al que el propio Ballester ha apelado recordando que si las cosas se quedan como en años anteriores, «prácticamente no hay más que apretar un botón».

En los años anteriores, el último día para presentar la documentación era el 31 de diciembre. En esta ocasión, el nuevo equipo rector de la fiesta había ampliado el plazo en días y adelantado el cierre. Y aunque el primer día mostraban la satisfacción por la buena respuesta de las madrugadoras, la cantidad se estancó rápidamente. En el pleno de noviembre aseguró con evidente alarma que de momento «sólo se han presentado 66 fallas, 66 fallas», recalcando dos veces la cifra.

Porque además, una cosa es pedir y otra es que la documentación esté en regla y ahí los datos también suelen ser pavorosos. Ya en las peticiones de Dominio Público se han empezado a detectar irregularidades. Y en la última convocatoria ocurrió lo mismo: en las ayudas por haber disparado pirotecnia en las últimas fiestas, un total de 69 solicitudes, de otras tantas comisiones, fueron devueltas para subsanar errores y doce fueron rechazadas directamente.