Pagan más de 100.000 euros por los balcones falleros de la temporada de mascletaes

Se acercan las Fallas y la plaza del Ayuntamiento de València bulle, en particular, los balcones de los edificios que rodean a la Catedral de la Pólvora, desde donde cientos de personas tendrán el privilegio de disfrutar de los disparos de las mascletaes durante las Fallas de 2024. En concreto, las firmas que se dedican a alquilar balcones para ver estos actos pirotécnicos ya llevan semanas trabajando para ofrecer estos servicios a grandes compañías, empresas, grupos de amigos o familias que quieren ver en directo estos espectáculos. Incluso hay varias webs especializadas que muestran los servicios con todo lujo de detalles y gran variedad de precios según ubicaciones y prestaciones. Por ejemplo, "influye mucho si la estancia dispone de varias ventanas o de balcones abiertos, desde donde se puede mejor la disparada", señala un empleado de una de estas empresas.

El calendario de mascletaes se abre el 25 de febrero con la mascletá de la Crida y sigue desde el 1 de marzo al 19, con los espectáculos de las 14 horas y los que se van a disparar por la noche, desde las 20 horas, en 4 casos; más el de la medianoche del 2 de marzo; la Nit de Albaes del 15 y la Cremà. Los precios son muy variados según los emplazamientos que se escojan y hay aforos desde 15 personas a 25, 40, 60 o incluso 90. Las tarifas incluyen también el catering, la comida con bebida, según gustos. El resultado es que se puede disfrutar de una mascletà desde 1.600 euros por grupo hasta 7.000 incluso por día y sesión.

Los precios han subido entre un 5 y un 10%

Lejos de lo que se pueda pensar, todo es legal y está bien atado. "Hay que tener todos los contratos en regla -comenta- pues es habitual que te visiten los inspectores de Hacienda para comprobarlo". Por si fuera poco, la pujanza de las fallas provoca que haya una demanda sostenida lo que ha provocado que los precios se hayan disparado entre un 5 y un 10% respecto al ejercicio anterior.

Otras empresas consultadas por Levante-EMV señalan que ofrecen a sus clientes, -a su vez, grandes compañías-, ver en directo los fuegos por entre 4.000 y 5.000 euros por día y sesión. Hay firmas que contratan todo el paquete durante todas las fallas lo que provoca que haya grandes compañías que gastan más de 100.000 euros en todas las fiestas. Su objetivo es "agasajar" a sus clientes y proveedores más valiosos. Por ejemplo, un profesional que gestiona una empresa de eventos ofrece el servicio de mascletá "llave en mano" para multinacionales y corporaciones con sede en Madrid, Barcelona y València. Cada asistente viene a costar entre 90 y 100 euros, según la calidad y la variedad de la comida y la bebida que se sirva. Hay además "un grupo de turistas japoneses con los que trabajamos que vienen a ver los espectáculos de la noche y que gozarán de este espectáculo nocturno desde un lugar privilegiado por unos 100 euros". Desde 50 euros, también se puede disfrutar de la Catedral de la Pólvora, pero lógicamente con una oferta gastronómica más frugal.

Jamón, vino y primeras marcas

Quienes más pagan disfrutarán de un menú de arroces variados, buen jamón, quesos variados y aperitivos de toda clase. A ello se une barra libre de refrescos, cerveza, vino y agua para comer, y después una hora al menos de copas, con marcas de primera calidad. En otros emplazamientos se incluye también DJ y ambientación musical. "En la plaza, durante esos días, se mueven millones -indica este intermediario- porque las corporaciones que arriendan los balcones no miran el euro para obsequiar a sus clientes", apunta esta fuente.

Los espectáculos nocturnos han disparado los costes

Una novedad que se ha introducido este año en el programa de pirotecnia con las mascletaes nocturnas que se van a realizar los días 2, 3, 9 y 10 de marzo. A ellos hay que añadir la Nit d'Albaes y la cremà. Estos alicientes han disparado la demanda y han encarecido los balcones respecto a ejercicios anteriores. Para las empresas que comercializan estos productos pirotécnicos y turísticos suponen una oportunidad y para los clientes un aliciente añadido porque los fuegos lucen aún más por la noche.