La falla municipal que pudo ser... y no fue

Escif diseñó una falla municipal con un gigantesco gato negro de la mala suerte para el año en que se desató la pandemia, pero finalmente presentó La Meditadora

El michino fue reinterpretado en la falla Corona, siendo un gran éxito

Boceto de la falla municipal del gato negro

Boceto de la falla municipal del gato negro / Escif

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Una de las cláusulas del concurso de fallas municipales es que los proyectos que se descarten se devuelven a sus responsables de forma confidencial. Es una forma de garantizarles que pueden ofertarlas a comisiones de falla en el futuro. Desvelar los proyectos descartados depende exclusivamente de sus responsables y no siempre es malo: Manolo García no tuvo problema en mostrar un Da Vinci de vareta que no se convirtió en falla municipal y acabó plantada en Na Jordana, con notable éxito

Hay proyectos que también encontraron otra salida: su reinterpretación. Y eso permite, pasado el tiempo, desempolvar una que pudo ser y no fue. En 2023, una de las fallas más visitadas, alabadas y fotografiadas fue la presentada por Escif y Manolo Martín en Mossen Sorell-Corona. «Mai se sap» fue un proyecto tan sencillo como espectacular sobre la buena o la mala suerte. La propia comisión pretendía sacarlo a la calle Guillem de Castro, porque la mala suerte es cuando se te cruza un gato negro; es decir, añadirle un punto "performance", una razón de ser. No les dejaron por ser una vía rápida, pero no hizo falta: el michino paseante acabó siendo una figura impactante, que atrajo a miles de personas. A pesar de no estar en una zona "natural" de tránsito, fue una riada humana la que se acercó al edificio de la Beneficència para contemplar la figura y hacerse fotos con ella.

Así ardió el gato negro de la falla Corona

Moisés Domínguez

Pues bien, aquel mediático gato era una reinterpretación de un proyecto municipal que no llegó a ver la luz. Después de haberse abierto a doble puerta la posibilidad de visibilizarse los diseñadores y artistas urbanos con los proyectos municipales, Escif se sumó a la corriente tras haber causado impacto en 2015 con la falla de Corona, «Tot lo que sobra», de un parque automovilístico que incluía el coche oficial de Rita Barberá. 

Proyecto de Escif no presentado al concurso municipal

Proyecto de Escif no presentado al concurso municipal / Escif

El gato reapareció en 2023 en Mossen Sorell-Corona

El gato reapareció en 2023 en Mossen Sorell-Corona / Moisés Domínguez

Veinte metros de gato

El proyecto consistía en un gigantesco gato negro de veinte metros, sentado, con el mismo hilo argumenta y la misma mirada penetrante que se vería años después junto a la Beneficència. Finalmente, y en aras a asegurar el tiro, se optó por una figura humana. 

El 6 de junio de 2019 sería el momento en el que el proyecto vio la luz: «Açò també passarà», con una figura de mujer que rotaría conforme pasara el día. El tiempo y las más increíbles circunstancias vividas por el mundo acabaría convirtiéndola en La Meditadora. Un proyecto icónico, aunque desaprovechado cuando se volvió a la vida. 

La meditadora fue, finalmente, el proyecto presentado

La meditadora fue, finalmente, el proyecto presentado / Miguel Angel Montesinos

Un gato negro en pandemia...

Un gato negro previo a la pandemia le habría llenado de contenido como ninguna falla en la historia, habida cuenta precisamente todo cuanto sucedió en los meses anteriores. Si la Meditadora con mascarilla fue todo un icono -al que se le pudo sacar mucho más jugo, cuando la fiesta resurgió-, el felino habría sido la quintaesencia de la metáfora. Pero no había agotado sus vidas y resucitó también con éxito.