Educación

Las alternativas a la jornada continua en la escuela: "No tiene sentido que un niño de dos y otro de 12 compartan horario"

Los expertos abogan por cambiar las horas de clase en función de la edad y etapa educativa | La jornada continuada implica que la conciliación recaiga sobre las mujeres

Imagen de varios estudiantes realizando una actividad extraescolar

Imagen de varios estudiantes realizando una actividad extraescolar / PERALES IBORRA

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Un niño o niña de infantil no necesita cinco horas de clase, con dos y media es más que suficiente. Está demostrado científicamente que los adolescentes no son capaces de mantener una buena concentración antes de las diez de la mañana. Esto es lo que dicen los estudios científicos y expertos. Sin embargo ¿Por qué seguimos manteniendo estos horarios?

Daniel Gabaldón, sociólogo educativo experto en jornada escolar, lo deja claro: «No tiene sentido que un niño de dos años y otro de doce compartan el mismo horario. Los niños necesitan cosas diferentes a diferentes edades». 

Las necesidades y las capacidades no son las mismas. Y los horarios tampoco deberían serlo para nada. Esto no significa que no estén en el colegio esas horas. «Ser profesor no es solo enseñar, implica en gran parte también el trabajo de cuidado de los niños. Y esto lo tienen asumidísimo muchos países de nuestro entorno. En las clases de infantil, por ejemplo, las primeras horas se pueden dedicar a los cuidados de los menores, y luego ya empezar con la enseñanza. Esto es algo que se hace en muchos países, pero aquí no lo tenemos claro», cuenta Gabaldón. 

En países como Finlandia o Estonia, por ejemplo «en primero de primaria solo se dan dos o tres horas de clase, porque está demostrado que los niños no necesitan más. Conforme van avanzando y creciendo el horario lectivo se aumenta hasta las cinco, y después se empieza a aprovechar la tarde», explica. 

Valencia. Vuelta al cole despues de Navidad, con la incidencia alta.

Valencia. Vuelta al cole despues de Navidad, con la incidencia alta. / MAMontesinos

Distintos ritmos

En secundaria este factor es clave. «Los ritmos de los adolescentes hacen que estén mucho más activos por la tarde y puedan aprovechar más esas horas. Eso debería tenerse en cuenta», remarca Gabaldón. 

De hecho, el experto es defensor de los horarios «no homogéneos», porque la luz solar influye, y mucho, en los ritmos de las personas y más en los de los niños. «Hay que tener en cuenta las horas solares de cada época del año, y adaptar un poco el horario educativo según la época porque eso es importante. Que la escuela empiece más o menos tarde según la época del año en la que estemos», explica el sociólogo educativo. 

Desigualdad de género

Sandra Obiol es socióloga e investigadora de la Universitat de Valencia (UV) especialista en Igualdad de Género. Ha colaborado con Gabaldón en los estudios sobre la jornada escolar, centrándose en la parte de la conciliación familiar. Para Obiol "todavía no existen estudios suficientes que avalen esta jornada como para aplicarla en tantísimos colegios valencianos". Es más, como Gabaldón explica que "todos los estudios que ya existen la desaconsejan, pero el peso político y del profesorado ha influido mucho en su implantación".

Xativa. Colegio Attilio Bruschetti, metodología viva y activa

Xativa. Colegio Attilio Bruschetti, metodología viva y activa / PERALES IBORRA

Una de las conclusiones de los estudios de Obiol es que la jornada continua acaba siendo un foco de desigualdad de género y de más peso en el trabajo reproductivo para la mujer. Es decir, ellas asumen los cuidados de los niños esas horas que no están en el colegio, o como alternativa, los abuelos.

Y Obiol matiza, no podemos dejar fuera el componente de clase social. "Esto afecta sobre todo a mujeres de clase trabajadora", remarca. La realidad es que, según denuncia Obiol al igual que la confederación de Ampas Gonzalo Anaya, las actividades extraescolares que ofrecen los colegios públicos hasta las 17 dejan que desear desde el punto de vista educativo, así que una gran mayoría de familias optan por buscarlas fuera.

En esta línea Obiol plantea dos temas: "En algún momento habría que mirar lo que nos cuesta la jornada continua a las familias por todo el gasto que hacemos en academias para que nuestros hijos aprovechen bien esas horas. Pero también deberíamos comprobar cuántas mujeres han pedido una reducción de jornada para poder cuidar estas horas de sus hijos, porque a nivel general ellas piden la mayoría", denuncia.

Xativa. Colegio Attilio Bruschetti, metodología viva y activa

Xativa. Colegio Attilio Bruschetti, metodología viva y activa / PERALES IBORRA

Hablando de clase social va un poco más allá. Ella vive en Alcoy, donde "el 70 % de la educación es concertada". Y la realidad es que "toda la oferta de extraescolares se amolda a ese 70 % de alumnos, no hay oferta para el 30 % restante que esas horas ya no está en el cole". En su opinión, esto genera una doble brecha entre escuelas todas sostenidas por fondos públicos. "Los alumnos de la concertada reciben por lo general mejores extraescolares, pero esque los de la jornada partida también están en clase mientras que los alumnos de la continua no tienen ninguna posibilidad", lamenta.

En opinión de Obiol "la jornada continua abre una brecha social y de calidad educativa bastante grande". Añade que, en su opinión, es un error que la escuela renuncie a llenar espacios del día, "la concertada tiene muy claro que debe estar presente el máximo tiempo posible en la vida de los niños y de las familias, proporcionando actividades de calidad. La pública parece que haga lo contrario", lamenta.