Salud mental

"Mami, yo quiero descansar, quiero dejar de pensar y no quiero seguir"

Las secuelas emocionales de la pandemia saturan los colegios mientras el profesorado pide refuerzos; «necesitamos ayuda» | Una niña de 14 años, que expresó sus ideas suicidas a su madre a los 9, es uno de los casos del instituto de Mislata

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro / Francisco Calabuig

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

"Mami, yo quiero descansar, quiero dejar de pensar y no quiero seguir". Así contó una niña de 9 años a su madre que se quería suicidar. En concreto, una estudiante actual IES La Moreria de Mislata. Esa noche, a su madre se le cayó el mundo encima.

Hoy la niña tiene 14, se medica casi a diario y visita al psicólogo (privado y pagado por su familia) cada semana. También acude a psiquiatría desde hace cinco años, cuando es posible. "Le tocaba revisión en febrero pero están tan saturados que no se la dan hasta junio", explica su madre María (nombre ficticio ya que prefiere mantener el anonimato).

Esa niña es una de las 15 personas por las que el IES La Moreria tiene activado el protocolo contra conductas suicidas. La dirección del centro llevaba meses reclamando con urgencia más personal para atender como es debido a estos casos de riesgo, pero la falta de respuestas de Conselleria de Educación provocó que el equipo directivo acabara dimitiendo a modo de protesta, junto con otras reivindicaciones.

La situación era "una crisis de salud mental sin precedentes", según explicaron fuentes del IES. Hasta el punto de tener que trasladar aulas a la planta baja para evitar tragedias en algunos casos. La reivindicación de los docentes es clara: "necesitamos ayuda, estamos saturados".

Pero lo más grave del asunto es que esta realidad no es exclusiva de este instituto, ni siquiera de los de Mislata. "Es extensible a casi cualquier centro de la Comunitat Valenciana, todos están, en un grado u otro, con problemas de este tipo y no sabemos qué hacer", explica una profesional de Pedagogía Terapéutica (PT) que ha trabajado en distintos centros de todo el territorio.

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro / Francisco Calabuig

"Los chiquitos están con más protocolos suicidas abiertos que nunca, y las familias tampoco saben cómo gestionar estas cosas". Ese es el sentir masivo de los centros, según esta profesional y tal y como confirman los sindicatos educativos. El IES La Moreria no es un caso ni extraño, ni de mala gestión. "En todo caso al contrario, precisamente porque queremos tratar como se debe a estos alumnos lo hemos denunciado y esto se ha visibilizado mucho", explica el instituto.

Los colegios no lo detectan

La hija de María era "rara" en el cole. Nadie le dio importancia. "Me empecé a dar cuenta de muchas cosas, de que ella estaba mal, pero el colegio me negaba durante meses que ocurriera nada. En ese momento yo estaba en el Ampa del centro y tenía mucho contacto con los profesores, pero eso no sirvió para que me tomaran enserio. Tuve que insistir muchísimo en que mi hija no estaba bien, durante meses, hasta que un día en casa me lo dijo: 'Mami, yo quiero descansar, quiero dejar de pensar y no quiero seguir'. Eso fue una inflexión. Entonces me dijeron que sí, que tenía comportamientos extraños, la atendió el orientador y la metieron directa a psiquiatría", denuncia María.

En muchos casos tampoco es mala praxis de los docentes, María explica que con una niña que va a quinto de primaria y también tiene problemas "estamos viendo que la orientadora está saturada y no puede tratar tantos casos. Y no paran de quejarse a conselleria porque no dan a basto".

Un caso como el de esta niña es una bomba dentro de la familia. "Imagina que te pasa a tí. Yo no sabía qué hacer, es muy doloroso y da mucho miedo; no quieres que vaya al colegio, no quieres que se quede sola en casa, y tampoco que se vaya con sus amigas porque no sabes qué puede hacer"

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro / Francisco Calabuig

Y cuando sucede, la clase social es fundamental. "El psicólogo es caro y yo puedo pagarlo cada semana, pero hay muchísimas familias que no pueden, entre los 15 alumnos posiblemente haya alguna que no se lo pueda permitir y esté viendo cómo empeora el problema en casa. Hasta que luego te encuentras con las noticias de que dos chiquitos se han suicidado en los medios. La Generalitat tiene que priorizar esto y gastar el dinero que haga falta, no debería haber otro tema más importante, garantizar el psicólogo a estos jóvenes y dar a los coles especialistas, no basta con el orientador", critica María.

La realidad, según María, es que "expulsan al niño tres días, una semana, un mes del cole... Pero luego ese niño viene y sigue así, no tiene ningún apoyo porque los profesores no pueden dárselo. Eso es lo que el IES lleva pidiendo todo este tiempo. Hay que sentarse con esos jóvenes y tratar sus problemas. Pero parece que hasta que no sale en los medios no les hacen caso".

Heridas abiertas de la pandemia

Tras la pandemia de covid ha venido otra pandemia, la de la salud mental. Es una frase un poco manida pero cierta. "En todos los colegios lo estamos notando. Y no solo los alumnos, muchos profes también lo necesitan y mucho. Si a un profesor de historia un nano le dice que la vida no tiene sentido y se tiene que quedar hablando con él un rato ¿Cómo llegas a casa? Como poco, tocado", explica la pedagoga terapéutica.

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro

Mislata . Imagenes del instituto La Moreria donde ha dimitido la direccion del centro / Francisco Calabuig

Por el momento el profesorado "lo está abordando como puede". Muchos se están formando de manera autodidacta todo lo posible, pero no es lo mismo que alguien cualificado. "No quiere decir que ningún alumno esté desatendido, el protocolo antisuicidios dice que esta persona tiene que estar vigilada en todo momento, que no se la puede dejar sola. Pero creemos que un profesor de matemáticas -que puede estar pendiente de ella- no es mejor que un especialista. Creemos que los jóvenes merecen algo mejor", explica la especialista.

La pedagoga añade que "ya sabíamos que esto iba a petar por algún lado, y solo era cuestión de tiempo". Matiza también que la "pandemia de salud mental" tiene su traslación a toda la sociedad, y por ende, a colegios e institutos. "La sociedad ha cambiado y ahora tenemos nuevas necesidades, hacen falta psicólogos clínicos para los centros, y es muy urgente, porque hay un problema que atender. La parte buena es que esto pasará, pero está afectando a todo el mundo", sentencia.