Aunque reconocen que «es mejorable» los municipios más pequeños de esta Mancomunitat no tienen «grandes problemas» con el servicio de basuras. «Si se ha dado alguna situación puntual, hemos comunicado el tema a la empresa telefónicamente y se ha resuelto rápidamente», explica Pep Galarza (Compromís), alcalde de Massamagrell. En esta línea dse pronuncia también Carles Fontestad, de Massalfassar, quien indica que «en un municpio pequeño» como el suyo, «la basura que se genera no llega a acumularse, por lo que no llegamos a tener problemas y cuando vienen a recogerla no hay residuos en la calle».
En Museros tampoco el servicio llega a ser un problema porque el ayuntamiento lo suplementa con sus propios medios. «Cuando observamos que se acumula el cartón en la calle, enviamos al camión de la brigada y lo recoge y traslada al ecoparque», como explica la alcaldesa Cristina Civera (PSPV).
No obstante, el municipio sí que vive una situación «grave» en lo que se refiere a la acumulación de trastos en la calle, que no es achacable a la empresa adjudicataria de la basura sino que se debe al incivismo ciudadano.
De ese modo y según la mandataria, la aparición de muebles y enseres viejos en los días que no hay recogida y en los puntos no habilitados «se ha convertido en una costumbre» hasta el punto de que el camión de la brigada, «hay días que tiene que hacer hasta tres viajes», como fue el caso de ayer por la mañana. Aunque en consistorio ha insistido «por activa y por pasiva» de que esa práctica es una infracción y de cuáles son los días para sacar los trastos, «siguen apareciendo en cualquier momento». Por ello, el camión de la brigada los recoge y los acumula cerca del cementerio hasta el día en que pasa la contrata. «La gente tiene que ser consciente de que estamos pagando el servicio dos veces». El consistorio estudia poner algún tipo de vigilancia en ciertos puntos.
