Pensaba descansar este año pero una idea le rondaba la cabeza. La comisión Cronista Vicent Beguer Esteve se enteró y lo fichó para este ejercicio. De este modo, el diseñador gráfico Eugenio Simó vuelve a plantar un monumento, de la mano del artista fallero Raúl Martínez 'Chuky'. El resultado es «Un Torrente de colores», cuyo remate central ya se colocó ayer en el barrio torrentino de Genaro Palau.
Eugenio Simó explica que se planteó que la falla fuera la continuación de la que plantó con Chucky en 2017 para la Plaça. Si el primer monumento satirizaba cómo son los torrentinos y torrentinas, así como sus principales tradiciones, esta vez, Simó ha querido ir más allá.
«Visto como funcionan en Torrent ciertas cosas desde hace años, he utilizado el recurso de ironizar sobre los bolardos y el mobiliario pintado de colorines (el propio diseñador lo criticó junto a otros expertos hace meses a través de Levante-EMV) como pretexto para abordar la falta de un plan serio de gestión cultural, artística y del patrimonio a largo plazo. No es un problema de este gobierno o del anterior sino que se arrastra desde hace tiempo», indica Simó.
De este modo, la pieza central son tres contenedores pintados de colorines que representan «los tres grandes contenedores culturales de la ciudad». Eugenio Simó detalla que son «l'Auditori, que ahora lo gestiona una empresa privada; la sala Emat, de la que se esperaba mucho al principio y se ha quedado en poco, y la Torre, que lleva años esperando a que de verdad se musealicen los hallazgos arqueológicos». «La cultura, las actividades artísticas y el patrimonio en Torrent están en segundo plano. Se quedan en colorines. En Cultura no hay ni una mínima plantilla que sí tienen otros departamentos municipales», afirma.
El escudo y los puentes
A partir de ahí, hay escenas en el monumento que satirizan «cómo el anterior gobierno local del PP cambió el color del escudo de la ciudad, que era rojo y a lo mejor le molestaba, por uno naranja» o la guerra de los colores en los puentes. «En la época del PP se construyó el famoso 'Pont Blau' (que conecta el polígono con la carretera de Montserrat) y luego los socialistas han pintado el antiguo puente del Más del Jutge (el que enlaza el núcleo industrial con la ermita) de color rojo», explica divertido el diseñador.
El monumento tiene «poco presupuesto» ya que la falla Cronista Vicent Beguer, si bien apuesta siempre por la originalidad, es una comisión humilde. «Pero es muy divertido y tiene un buen tamaño», esgrime Eugenio Simó.
