El anuncio y la próxima puesta en marcha del nuevo Bono 10 de MetroBus, a partir del próximo lunes, ha sido aplaudido en los municipios de l’Horta como nueva herramienta aunque la zonificación que se aplicará, basada en la que la existe, ha provocado las quejas de dos ayuntamientos.

Las alcaldesas de Alcàsser, Eva Zamora, y Picassent, Conxa García, no están de acuerdo en que sus municipios hayan sido asignados a la zona C porque significa que las personas residentes allí usuarias del transporte público de la Generalitat Valenciana (metro, tranvía o autobús) van a pagar más que en el resto de pueblos de l’Horta Sud, que pertenecen a la zona B, a excepción de Mislata que está en la A.

En la práctica, significa que la ciudadanía de Alcàsser y Picassent comprará el nuevo Bono 10 a un precio de 14 euros y cada trayecto costará 1,40 (lo que supone un ahorro sobre el billeto sencillo actual) mientras que los municipios vecinos pagarán 10,40 por el título y 1,04 por cada trayecto.

La alcaldesa de Picassent, Conxa García, ya lleva años de batalla por la zonificación de las tarifas ya que afecta también a los bonos que sus vecinas y vecinos adquieren para viajar en metro, el transporte público más utilizado. «El ayuntamiento se gasta cada año 40.000 euros el ayudas al transporte a estudiantes por lo caro que les resulta ir en metro a la Universidad», pone como ejemplo. Y ahora, con el nuevo bono, aumenta «la discriminación». «Nunca se dio una explicación coherente cuando pasamos de zona B a zona C y ahora tampoco nos dan un argumento válido para mantenernos», indica la mandataria socialista, a la espera de una reunión en la conselleria.

De igual norma piensa la alcaldesa de Alcàsser, Eva Zamora (PSPV), quien considera que «no tiene sentido» que en la línea de autobuses metropolitanos que va de València a Picassent, con parada en Alcàsser, no todos los pueblos paguen lo mismo. «Aunque el bono es un ahorro, sigue habiendo una diferencia importante con los pueblos del entorno», reflexiona zamora.

Movimiento ciudadano

Por su parte, la Plataforma pel Transport Públic de l’Horta Sud, que agrupa a asociaciones vecinales de diversos municipios y ha abanderado durante años la batalla por el Bono 10, ha aplaudido que finalmente sea una realidad porque «es un adelanto importante que abre la puerta a la integración tarifaria completa». La Plataforma llegó a entregar 250.000 billetes de autobús para denunciar el elevado precio, al no existir el Bono 10. Su presidente, José Luis Sanz, indica que la Plataform a seguirá reivindicando que se liciten todos los contratos de las líneas de autobuses, que llevan más de una década caducadas, porque «eso sí que será una mejora significativa en calidad, horarios y servicios».

Consistorios y conselleria piden a Renfe mejoras en las Cercanías

Además de las mejoras que se introduzcan en el transporte público metropolitano, otra reivindicación en diversos puntos de la comarca es la necesidad de mejorar el servicio de trenes de Cercanías. En concreto, la línea C-3 es la que más quejas acumula ya que las frecuencias y los tiempos de trayecto son ahora mucho peores que en los años 90, a raíz de la construcción del tren de alta velocidad (AVE). Al respecto, el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, indicó esta semana, durante la presentación del Bono 10 en Alaquàs, que se ha iniciado una negociación con Renfe y con el área de Cercanias para reimpulsar el plan del Ministerio de Fomento. «Las Cercanías necesitan una inversión y especialmente líneas como la C-3», indicó el conseller al tiempo que aseguró la «voluntad» del ministro Ábalos por abordar ese problema. Por su parte, el alcalde de Alaquàs, Toni Saura, indicó a Levante-EMV que las alcaldías de los municipios de la línea C-3 están a la espera de poder celebrar una reunión, ya solicitada, con el nuevo delegado de Cercanías de Renfe en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, exdelegado del Gobierno.