El mayor patrimonio de Alfafar es su enclave, con gran parte de su término dentro del Parc Natural de l’Albufera, y el consistorio ha decidido ponerlo en valor a través del turismo, y nada mejor que hacerlo desde otro de sus tesoros patrimoniales, l’Alqueria del Pi. El ayuntamiento por fin ha acabado la reforma integral de esta edificación agrícola del s.XVII que estaba en la lista roja de patrimonio, aunque algunos la datan incluso a finales del siglo XVI, que ha costado 1.5 millones de euros -400.000 € de fondos europeos- que a partir de octubre se convertirá en el motor turístico de la localidad enfocado a la potenciación de la marjal.

Así, aprovechando estas magníficas instalaciones declaradas Bien de Relevancia Local, se ha instalado un centro de interpretación del arroz. Allí, a través de paneles, se explica a los asistentes el proceso de cultivo del arroz, las características de la marjal de Alfafar, además de albergar diferentes antiguos utensilios que se utilizaban para la siembra y siega del arroz, así como una pantalla desde donde se puede ver un vídeo con los labradores y sus vivencias como protagonistas. Curiosa también es otra pantalla que ofrece la imagen capturada de l’Albufera por un dron en diferentes momentos y años.

«Teníamos claro desde el principio que queríamos rehabilitar l’Alqueria pero para darle un uso», señalaba la concejala de Urbanismo, Encarna Muñoz, que ha hecho de guía en la visita a este edificio emblemático, que de momento solo se abre de forma ordenada a centros escolares. 

En ese sentido, una de las estancias de la casa señorial que acoge la alquería, y que utilizaban de residencia de verano la conocida familia Aleixandre, se va usar como depósito de bicicletas, ya que desde l’Alqueria del Pi partirán dos rutas turísticas ciclistas para poder descubrir la marjal de forma sostenible. Así, una de ellas llegará el camí del Tremolar pasando por el camí del Cavalló y la Senda de les Vaques; mientras que otro llegará hasta las Turbinas,pasando por el Cordell Vell de Russafa, el camí de la Mànega o el camí de Rabisanxo.

Rutas que se podrán reservar en la oficina de turismo que también acogerá l’Alqueria del Pi, en la que se pretende albergar una cafetería. 

Uso para asociaciones

Si bien la antigua casa señorial se ha destinado a uso turístico, la otra parte del la alquería donde están las caballerizas, los lagares y el almacén agrícola, se estudia la posibilidad de ceder su uso a las asociaciones, debido a que la rehabilitación ha permitido crear un gran espacio diáfano en la planta de arriba al tirar una pared construida a posteriori, «donde se pueden albergar exposiciones, o porqué no, incluso la exposición del Ninot», señalaba el edil de Comunicación, Eduardo Grau.

Todo ello en un espacio singular, de gran belleza, donde se ha conseguido recuperar azulejos originales, convertidos en mosaicos en el suelo, vigas de madera, incluso tejas d además de poner en valor los murales y lagares escondidos, o el pozo, y que a partir de octubre ya podrán ser descubiertos por los vecinos y vecinas de Alfafar. Depsué, comenzará una segunda fase donde se rehabilitará el entorno, con una zona ajardinada en el patio, aprovechando las obras que se han tenido que realizar para separar las pluviales de las fecales..

Una alqueria defensiva, con garita y casa de los guardas

Aunque l’Alqueria del Pi se corresponde con la tipología de vivienda tradicional típica de la comarca de l’Horta Sud de los siglos XVII y XVIII, la de Alfafar tiene algunos elementos que le hacen única.  Primero su enclave. Es difícil encontrar un alquería en el núcleo urbano. Y segundo, su carácter defensivo.  

En la sobras dirigidas por el arquitecto Javier Hidalgo Mora, se ha logrado la recuperación tipológica del conjunto y la valorización de los sistemas constructivos y materiales histórico-tradicionales y dentro de ellos, destaca la reconstrucción de una garita de vigilancia, que estaba en muy mal estado y no se pudo mantener su estado original, aunque sí se decidió reconstruirla para poder potenciar ese uso defensivo que caracteriza a esta alquería. Así como una habitación que según los estudios parece que estaba destinada a la residencia de los guardas, cuya estructura, en parte sí se ha mantenido, y se ha rehabilitado como aseos.