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La cerámica que recorrió el mundo

Las excavaciones permiten localizar piezas de los siglos XIV al XIX

Estudiantes que participan en el campamento arqueológico del barrio dels Obradors de Manises. | LEV-EMV

La importancia de la cerámica de Manises ha sido tal que «se extendió de los siglos XIV al XIX a múltiples rincones del mundo, llegando a aparecer en el Kremlin ruso, en Egipto e incluso en América», tal y como explica el director del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, Jaume Coll.

Por ello, con el objetivo de acercar este emblema y su historia a la juventud, el Ayuntamiento de Manoses, en colaboración con la asociación de ceramología y el museo González Martí , llevan organizando un campamento arqueológico voluntario en el barrio dels Obradors desde 2019. En esta actividad dos grupos de 25 estudiantes de Bachillerato y universidades de València, además de dos personas procedentes de ciudades creativas de la Unesco en Jordania, han participado en este campus para descubrir los secretos de la localidad a través de las piezas datadas de entre el siglo XIV y XIX.

Y es que «la cerámica es el fósil director de la historia de Manises, que permite conocer y corroborar la historia teórica a través de sus piezas». «Con ellas, los y las participantes cambian esa vaga imagen que tienen de la historia local y se crean una imagen de cómo vivían sus antepasados», explica el también director de la excavación, Jaume Coll.

Una de las voluntarias de Jordania, que es estudiante de Historia en Ammán, Kout Fayez, de 25 años, asegura que «antes no conocía la cerámica de Manises». «Me enteré del campamento a través de los estudios que estaba realizando cuando esta ciudad valenciana pasó a formar parte de la Unesco y ha merecido la pena. He descubierto muchas piezas interesantes de diferentes corrientes», señala la joven.

Por su parte, uno de los estudiantes valencianos, que procede de Riba-roja, Álvaro Gómez, expone su satisfacción con el proyecto. «Excavar es abrir un mundo nuevo que, en realidad, ya existía y estaba ahí antes que nosotros. Yo he llegado a desenterrar un plato que estaba a piezas, pero que todas encajaban como si se tratase de un puzzle», exclama entusiasmado este joven.

«Yo sí conocía la cerámica. Soy de Manises y, de pequeño, jugaba con mis amigos aquí y encontrábamos muchas piezas de cerámica en las fábricas. Por eso, formo parte del grupo de divulgación de este material emblemático en nuestra ciudad, porque no hay un catálogo completo de piezas y queremos poder realizarlo, a través de estos trabajos», reivindica el estudiante de Ingeniería Industrial en la Universitat Politècnica de València, Pablo Ibrahim.

El joven califica la experiencia de «muy gratificante». «Me llena mucho poder ver que la juventud se interesa por la historia de la ciudad que va mucho más allá de los libros», expresa. Además, añade que, «gracias a este programa, se han podido descubrir galerías que conectaban Manises y Paterna, en la que se descubrieron piezas que no se sabía de su existencia». «Se encontró una vajilla ‘hermana’ de otra que se realizó para el rey Carlos VI de Francia (1368-1422) y se ha identificado gracias al escudo», asegura Pablo Ibrahim.

De este modo, muchas de las piezas halladas en esta excavación del barrio dels Obradors reflejan esa «intensa conexión» que existía entre la corona de Aragón y el reino de Francia, además de la importancia de la comercialización de esta. Asimismo, «se ha podido documentar la existencia de otra vajilla desconocida, una colección perteneciente a la reina Violante de Bar (1365-1431), casada con el rey Juan I de Aragón (1350-1396) y que era prima de Carlos VI», detalló el director de la actividad arqueológica.

En cuanto a los hallazgos más comunes en Obradors, han sido los de piezas de uso cotidiano y trébedes que se utilizaban para separar las piezas en el horno. «Es impresionante cómo estos descubrimientos permiten imaginar a la sociedad de la época. Sabemos que los alfareros eran musulmanes pero, en algunos elementos, hemos encontrado, en un lado, la inscripción cristiana ‘IHS’ y, por el otro, la islámica ‘Al-mulk’, lo que refleja la convivencia de ambas religiones en la Edad Media», destacó el director del González Martí. El último de los objetos hallados ha sido una bailarina del siglo XVI.

Todo ello permite establecer una cronología de la historia gracias a las diferentes técnicas, tecnologías y el uso de los pigmentos que se realizaba en cada época.

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