Los propietarios de dos reconocidos inmuebles de l’Horta los han sacado a la venta. Ambos están incluidos en los respectivos catálogos de protecciones y los futuros adquirientes deberán regirse a las restricciones urbanísticas que pesan sobre ellos.
El antiguo Casino de la sociedad de Cazadores de Torrent es uno de los inmuebles emblemáticos del casco histórico de la capital de l’Horta Sud. Desde hace unos días, un cartel anuncia su venta. El precio: 350.000 euros.
Se trata de una construcción que data de 1928, con historicista y que una mezcla de elementos clásicos, barrocos y casticistas. Según se especifica en el Catálogo de Protecciones de Torrent, que salió a exposición pública hace unas semanas, la edificación conserva elementos decorativos del hierro que responden a influencias del arte Deco. El citado documento asigna al inmueble una catalogación individual con una protección parcial. El documento insta a conservar la fachada y las medianeras, así como los detalles propios, y aboga por un mantenimiento, que califica de alto aunque no urgente.
El Casino de los Cazadores fue punto neurálgico de la sociedad torrentina durante buena parte del siglo XX, junto con otros locales situados a los pies de la Torre. De sus mesas y tertulias han surgido el nacimiento de fallas, hermandades de semana santa u otras iniciativas asociativas. El bar cerró en la primera mitad del 2000 debido al mal estado del inmueble y sobre el que pesaba varias órdenes de ejecución. Tras una profunda rehabilitación, para la que se contó con el asesoramiento de expertos, el inmueble fue vendido poco después de la crisis del ladrillo. Ahora vuelve a colgar el cartel de se vende.
Por otro lado, un conocido portal inmobiliario ofrece desde hace semanas un chalet en la urbanización Santa Bárbara. En su descripción especifica que se trata de una vivienda diseñada por el arquitecto Emilio Giménez y que cumplió en sus inicios la doble función de vivienda y de taller del escultor Andreu Alfaro. El precio: 850.000 euros.
El chalet, de 600 metros, se asienta sobre una parcela de 2.100, cuenta con cinco habitaciones, piscina y jardín. La vivienda se divida en dos plantas y sótano, estancia esta donde Alfaro realizó sus creaciones.
El inmueble está incluido dentro del catálogo de protecciones de Rocafort, que sigue su tramitación a falta de la aprobación definitiva. Según este documento, el chalet fue construido en 1975 y su principal característica son los fachadas, consideras todas principales. Se trata de una sucesión de volúmenes sinuosos, suaves y sin aristas, en tono rosa.
El catálogo especifica que el chalet goza de protección integral al formar parte dentro del ámbito de Santa Bárbara. El documento considera elementos de interés los revestimentos y la carpintería y otros elementos que se conservan del proyecto original, como la cerámica de las paredes, las escaleras secundarias. La ficha del inmueble aprecia que se encuentra en buen estado, aunque el anuncio inmobiliario admite que se precisa de reforma integral al llevar un tiempo sin habitar.
