Albal y Catarroja acuerdan soluciones conjuntas en las zonas limítrofes

El crecimiento de las poblaciones de Catarroja y Albal ha hechos que los ciudadanos compartan barrios que requieren de soluciones conjuntas pese a pertenecer a municipios distintos. Atentos a esta particularidad, los ayuntamientos de Catarroja y Albal, de signo político diferente, vienen manteniendo una serie de reuniones para poner soluciones conjuntas a problemas en las zonas limítrofes.

En la última reunión, la alcaldesa accidental de Albal por la baja paternal de José Miguel Ferris, María José Hernández, el concejal urbanismo y servicios municipales, Valero Eustaquio, y el intendente de la Policía Local de Albal, Rafael Blasco, se han reunido «in situ» con la alcaldesa de Catarroja Lorena Silvent, el concejal Miquel Verdeguer y técnicos de ambos municipios.

Uno de los aspectos tratados es el adecentamiento del pequeño barranco que separa ambas poblaciones por la avenida Padre Carlos Ferris, con el objetivo de eliminar posibles olores y mejorar su uso como parque. La intención de ambos municipios es poder encajonar el cauce del barranco, para que de esa manera pueda urbanizarse construyendo una zona verde o de paseo la parte de arriba sin verse afectada por la subida del nivel freático o el agua que a veces baja por este cauce natural en caso de fuertes lluvias.

Además, también se ha hablado de un permiso conjunto de uso de las aceras para una constructora, que requiere la colocación de un contenedor de obra así como de espacio para los elementos de construcción. «Los límites son confusos y por eso fuimos allí para ver exactamente que tramo pertenece a cada municipio y hacer una memoria técnica para repartirnos competencias de cara a un futuro proyecto que aún se está estudiando para acabar con los problemas de malos olores e insalubridad que afecta a los vecinos», señala Lorena Silvent. 

Otro proyecto en estudio es buscar una solución para mejorar el cruce entre la calle Pelayo de Catarroja y la calle Lauria de Albal. «Se trata de una zona sin acera en una parte y sin iluminación, cada vez más transitada, que requiere de una reurbanización con un proyecto sencillo, que se pueda realizar durante esta legislatura. «El cruce entre tres calles es complicado y queremos adecuarlo para que el tránsito entre Catarroja y Albal sea lo más cómodo y seguro para los viandantes, con la posibilidad de hacerlo a través de fondos europeos, los técnicos están trabajando en ello», señalan desde el gobierno de Albal, 

Convenio de colaboración

Precisamente en ese cruce se encuentra un aparcamiento que pertenece a la Fundación Francisco Ramón Pastor y su uso fue cedido al Ayuntamiento de Catarroja. Aunque la propiedad es catarrogina, se asiente en término municipal de Albal, por eso ambos municipios firmaron un convenio de colaboración, en el que el mantenimiento, limpieza e iluminación la llevará el consistorio de Lorena Silvent, mientras que la seguridad se repartirán las competencias en las Policía Locales. Así, la mera vigilancia correrá a cargo de Catarroja, pero si hay alguna denuncia de robo u otros delito, éste será cubierto por la Policía Local de Albal.

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