Cita en Río de Janeiro

Lula y Blinken abordan las guerras de Ucrania y Gaza durante una reunión en el marco de la cumbre del G20

Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, y de Rusia, Serguéi Lavrov, le escucharon asegurar que Brasil, a cargo de la presidencia del G20 "no acepta un mundo en el que las diferencias se resuelvan mediante el uso de la fuerza militar"

Lula recibe al secretario de Estado de EE.UU. antes de la reunión del G20.

Lula recibe al secretario de Estado de EE.UU. antes de la reunión del G20. / EFE

Abel Gilbert

"Brasil está profundamente preocupado con la situación internacional actual en lo que respecta a paz y seguridad", dijo Mauro Vieira en nombre de su Gobierno, al abrir este miércoles la reunión de ministros de Exteriores del G20 en Río de Janeiro. El anfitrión consideró innecesario aludir explícitamente a los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza. Vieira pidió al foro que reúne a las economías más importantes del mundo, además de la UE y la Unión Africana, "discutir el papel que puede desempeñar en el tratamiento de las tensiones en curso". La "inacción", remarcó, "implica la pérdida de vidas inocentes". Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, y de Rusia, Serguéi Lavrov, le escucharon asegurar que Brasil, a cargo de la presidencia del G20 "no acepta un mundo en el que las diferencias se resuelvan mediante el uso de la fuerza militar".

Según Vieira, "una parte muy significativa" de ese mundo "ha optado por la paz y no acepta verse envuelta en conflictos liderados por fuerzas extranjeras". Tachó a su vez de "inaceptable" la "parálisis" del Consejo de Seguridad de la ONU para poner fin al derramamiento de sangre. "Las instituciones multilaterales no están debidamente equipadas para lidiar con los desafíos actuales", dijo el canciller ante sus homólogos.

Brasil, añadió, "rechaza la búsqueda de viejas o nuevas hegemonías. No nos interesa vivir en un mundo fracturado". El canciller chino, Wang Yi, se ausentó de la reunión en la ciudad maravillosa. Una portavoz de ese ministerio señaló previamente que el G20 es "un foro importante para la cooperación económica internacional" y no "una plataforma para abordar temas geopolíticos o de seguridad".

Blinken con Lula

El secretario de Estado norteamericano había sido recibido previamente por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Hablamos de la iniciativa para mejorar las condiciones de los trabajadores que lanzamos con el presidente (Joe) Biden, la protección del medio ambiente, la transición energética, la ampliación de los lazos de inversión y cooperación entre nuestros países, y la paz en Ucrania y Gaza", informó el mandatario. Se informó a su vez de manera oficial que Blinken "agradeció la mediación de Brasil en el diálogo entre Venezuela y Guyana" por el diferendo por la región del Esequibo. El mensaje de la presidencia hace alusión a los llamamientos de Lula a poner fin a las guerras de Gaza y Ucrania. El anfitrión y Blinken, remarcó ese texto, coincidieron en la necesidad de crear un Estado palestino.

"La reunión fue estupenda. Estoy muy agradecido al presidente por su tiempo. Una gran reunión. Estados Unidos y Brasil están haciendo cosas muy importantes juntos. Estamos trabajando juntos bilateral, regional y globalmente. Es una asociación muy importante y estamos agradecidos por la amistad", hizo saber el visitante a través de su cuenta en la red social X.

Sin embargo, un "alto funcionario" de esa cartera, citado por AFP, consignó que el secretario de Estado "dejó claro el desacuerdo con esos comentarios" de Lula que habían homologado la política de exterminio de los nazis y el papel que juega Israel en la Franja de Gaza. Esa comparación provocó una profunda crisis diplomática entre Brasilia y Tel Aviv. De acuerdo con el diario carioca 'O Globo', el Gobierno estuvo cerca de expulsar al embajador israelí, Daniel Zonshine.

Sigue la tensión bilateral

La tensión bilateral está lejos de disiparse. Tras haber declarado a Lula persona no grata el pasado martes, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, redobló la discusión lejos de Río de Janeiro. Katz publicó en X una declaración de Rafaela Treistman, de 20 años, superviviente de la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre. "Presidente Lula, tras su comparación entre nuestra guerra justa contra Hamás y los actos inhumanos de Hitler y los nazis, Rafaela tiene un mensaje que debería escuchar", escribió. Treistman participaba de una fiesta de música electrónica en el desierto del Néguev, a menos de seis kilómetros de la Franja de Gaza. "Rafaela sobrevivió, pero su novio Ranani Glazer fue brutalmente asesinado por terroristas de Hamás, junto con varios de sus amigos", añadió Katz.

El diario paulista Folha recordó que Brasil y EEUU discrepan en lo que respecta a la naturaleza de los dos conflictos internacionales más importantes. Lula ha pedido un cese del fuego en Gaza así como la liberación de los rehenes que Hamás tiene en su poder. La posición de Brasil frente a la invasión rusa a Ucrania es la de una solución negociada. Lula no encontró eco en su propuesta mediadora.

"El G20 es el foro más adecuado para abordar los desafíos globales, discutiremos las complejas tensiones geopolíticas. Aquí, el papel fundamental de Brasil como actor global se vuelve crucial, conectando países en desarrollo y desarrollados y demostrando que el multilateralismo funciona en tiempos de crisis", dijo por su parte el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en declaraciones a Folha.

La presencia de Blinken y Lavrov en un mismo foro coincide con el aumento de las tensiones tras la muerte del líder opositor ruso Alekséi Navalni en circunstancias no esclarecidas. "Para lograr una solución sostenible y justa a la crisis ucraniana, hay que eliminar sus principales causas. Occidente debe dejar de llenar Ucrania de armas y el régimen de Kiev debe poner fin a las hostilidades", dijo el ministro ruso a O Globo. Para Moscú, "ni Kiev ni Occidente han demostrado voluntad política para resolver el conflicto". Lavrov "apreció" la voluntad de Brasil de "promover la búsqueda de una solución por medios políticos y diplomáticos".