Mehdi Nafti aspira a que su mensaje se traduzca en una victoria que sirva para sanar el ambiente y se vea al futuro con optimismo. Perder frente al Cartagena hizo que el levantinismo, en su conjunto, cayese en un pesimismo que el técnico franco-tunecino quiere esquivar. Burgos, como deslizó tras caer la semana pasada, es un lugar idóneo para reaccionar, aunque sabe que no será tarea sencilla. «Sabemos en qué campo vamos a jugar el fin de semana. Ha dado continuidad a lo que ha hecho el año pasado y que vive de su fortaleza defensiva. Tiene que ser la base para empezar a trabajar. Es un motivo extra para ganar fuera. Será un partido muy intenso. Nosotros tenemos que dar un salto de calidad. El Burgos manda sin balón y les tendremos que exigir», dijo Mehdi Nafti en rueda de prensa.

El Levante es consciente de que se desplazará hacia tierras burgalesas para medirse a un equipo que está intratable en términos defensivos. Ningún gol encajado en las seis jornadas transcurridas y una fortaleza atrás a la que le está extrayendo rentabilidad. Sin embargo, los granotas no llegan en sus mejores condiciones anotadoras, pero Nafti rompió una lanza en favor de todos sus jugadores. Si siguen trabajando así, los goles, al igual que las victorias, terminarán llegando. Salir derrotados contra el Cartagena fue una caída de la que se quieren levantar dando un golpe sobre la mesa. «El equipo está bien, al día siguiente de perder ya estaban en un estado óptimo. Nos faltó tener una marcha más, pero es un partido que no podemos perder. Veo a los chicos entrenar y me indican que vamos por el camino de la verdad», comentó el entrenador granota.

En El Plantío, de hecho, Nafti vivió su día más oscuro como entrenador, pero mañana no quiere revanchas. Solo piensa en la victoria. «El domingo paso a un segundo plano. No quiero revanchas. Mi reto es volver de Burgos con los tres puntos y tener buenas sensaciones».