El Balneario de Chulilla será un centro de día con piscina y bar abiertos al público

El ayuntamiento y la Fundación ART lidian con la Conselleria de Servicios Sociales para acceder a una línea de financiación que permita reabrir el espacio

La asociación cultural y social ya ha rehabilitado la ermita y trabaja en otras zonas del edificio

Amparo Soria

Amparo Soria

La última noticia sobre la posible reapertura del Balneario de Chulilla data de 2014. Desde entonces, lo único que se ha sabido de este lugar emblemático y referencial del interior valenciano es el litigio judicial que ha enfrentado al ayuntamiento y a la empresa concesionaria y flecos como el ERE al que fueron sometidos el medio centenar de empleados que trabajó en su última etapa. Sin embargo, a raíz de la visita de Vicente Mompó hace solo una semanas a la Serranía, el consistorio dejó entrever que el destino de este lugar no estaba condenado a la extinción sino que, más bien al contrario, estaba a punto de tener una nueva vida. Seguirá teniendo un uso social, pero de personas mayores del municipio y de la comarca y no para deleitar a los visitantes, que solo podrán disfrutar -y es todo un lujo- de la piscina, la cafetería y la Ermita de la Virgen de la Estrella, recientemente rehabilitadas gracias a la intervención de la Fundación Asunción Robles Torrecilla (ART), que está mano a mano con el consistorio tratando de revitalizar este enclave de la serranía valenciana. 

Trabajos de rehabilitación de la FundaciónART sobre el Balenario de Chulilla, hace un mes.

Trabajos de rehabilitación de la FundaciónART sobre el Balenario de Chulilla, hace un mes. / Fundación ART

Preguntado por este diario, el alcalde de Chulilla, Vicente Polo, explica que solicitó fondos a la Diputación de València cuando Mompó visitó el municipio el 9 de noviembre. Necesitan recursos de la Administración para llevar a cabo esta enmienda, aunque la conversión del balneario en un centro de día depende de la Conselleria de Servicios Sociales que dirige Susana Camarero. Las negociaciones comenzaron cuando el Botànic de PSPV y Compromís dirigían el área y «había cosas avanzadas», pero tras las elecciones ha quedado paralizado.El proyecto no fue incluido en el Pla Convivint, por lo que ahora el consistorio busca formar parte de las nuevas inversiones sociales que realice la conselleria del PP. 

Las conversaciones se iniciaron con el Botànic pero las elecciones han frenado el proceso, que se reactivará con el PP

No solo eso. Polo reconoce que la instalación es incluso demasiado grande para convertirla entera en un centro de día no solo local, sino comarcal, así que están abiertos a darle otros usos y ampliar los servicios. 

Por ahora, las obras que se están llevando a cabo están a cargo de la Fundación ART, con la que el consistorio trabaja en rehabilitar este lugar. El proyecto ‘Theotokos’, como lo han llamado, comenzó el 30 de octubre gracias a una subvención de Patrimonio que le han permitido restaurar la Ermita de la Virgen de la Estrella, y están en plenos trabajos de la piscina y la cafetería, dos servicios que estarán abiertos al municipio y a los visitantes de verano y de fin de semana

Un uso más social que turístico

«Siempre será el balneario, pero queremos darle un uso más social que turístico ahora y tanto la piscina como el bar serán para el pueblo, gestionadas por esta fundación», reconoce Polo, a sabiendas de que esta instalación es historia y una referencia para los residentes en el municipio, que viven con expectación el rumbo que pueda tomar. La intervención de la Fundación ART ha sido clave para poder reactivar el centro, tomado por el vandalismo, y la propuesta social que realizaron encaja más con la nueva vida que se le puede dar. 

Cabe recordar que en 2014 el Balneario suspendió su apertura por la baja demanda. Fue esa su última temporada, la empresa concesionaria del servicio se declaró en concurso de acreedores y comenzó un proceso judicial del que aún quedan flecos pendientes. El consistorio asumió la propiedad por completo pero no pudo hacerse cargo de su protección, por lo que solo tres años después de su cierre había sido prácticamente desmantelado: se robaron ventanas, cableado, televisiones, muebles y cualquier objeto que pudiera tener alguna salida en el mercado.