Más de 15.000 alumnos comenzaron ayer las clases en la Marina Alta. Las aulas prefabricadas no terminan de desaparecer del paisaje educativo de la comarca. El colegio de barracones de la Xara tiene, sí, los días contados. Las obras del nuevo centro están bastante avanzadas. Pero los proyectos que todavía están verdes son las del nuevo colegio Graüll de Xàbia (centro que mantiene 6 barracones), las del nuevo Raquel Payà de Dénia (cuatro prefabricadas) y las de ampliación del IES Maria Ibars también de Dénia (seis). Otro colegio que está pendiente de una rehabilitación para dejar atrás las prefabricadas es el Maria Inmaculada de Benitatxell.

Además, en este inicio de curso, el colegio Llebeig de Dénia y el Sanchis Guarner y el aulario de infantil Les Marjals, en Ondara, tienen obras por acabar. Se harán sin interferir en las clases y garantizando la seguridad de los alumnos.

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, y la directora del Llebeig, Luz María Martín, se reunieron ayer con las familias de este centro. Grimalt les pidió disculpas y la directora paciencia. Este fin de semana los servicios de limpieza municipales y la empresa adjudicataria de las obras, Sydca XXI Construcciones, que debía haberlas terminado el pasado 26 de julio, han acelerado.

«Las obras no están acabadas, pero los alumnos han entrado en condiciones de total seguridad», le dijo el alcalde a las madres y padres.

Ahora el ayuntamiento y la empresa harán una planificación para que lo que queda, que es de envergadura, se haga por las tardes y sin alterar los horarios educativos. «Tenemos que plantear cómo terminar las obras sin alargarlas mucho», precisó ayer la directora.

La empresa debe reformar las cubiertas e impermeabilizarlas, colocar los alféizares en las ventanas y pintar todo el exterior de este colegio que se inauguró como instituto en 1970. Cuando acaben estas obras, el consistorio planteará hacer una reforma integral.