El mercado negro del arte de la antigüedad todavía funciona. Y las piezas se venden sin rebozo alguno. Se ofrecen en ese gran zoco global que es internet.

La Guardia Civil de Alicante ha recuperado 219 piezas arqueológicas que se subastaban en Dénia a través de un portal de internet. Había morralla (copias que se hacían pasar por hallazgos auténticos), pero abundaban las piezas fetén, cuya datación abarcaba desde el neolítico hasta la época romana.

Los agentes de la Benemérita han detenido a tres personas por la subasta irregular de estos tesoros arqueológicos. Les imputan un delito contra el patrimonio histórico y otro de estafa.

A finales de julio de 2018, los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil descubrieron que se estaban subastando hallazgos arqueológicos a través de un portal de internet. La subasta se desarrollaba durante dos días y la organizaba un comercio de antigüedades de Dénia. En total, se pujaba por 219 piezas de terracota, cerámica, cristal, plata, hueso, bronce o cobre. Eran adornos (joyas, aderezos, hebillas...), monedas y utensilios domésticos, como las lucernas o candiles, primorosamente trabajados. En internet, figuraban una descripción muy detallada y fotografías. También se indicaba que pertenecían a época romana e íbera y que algunas de estas piezas procedían de yacimientos de Israel, de los Balcanes y de Titulcia (Alcalá de Henares).

Los agentes del Seprona y un inspector de Patrimonio Mueble de la conselleria de Cultura acudieron a la tienda de antigüedades, cuyos responsables no acertaron a concretar «de forma clara y pormenorizada», según indicó ayer la comandancia de Alicante de la Guardia Civil, la procedencia y la adquisición legal de las piezas. Aseguraron que sólo actuaban como intermediarios de un ciudadano italiano que residía en la provincia de València, que fue quien, aseguraron, les ofreció los tesoros arqueológicos para que los vendieran.

Lo primero que hicieron los agentes y el técnico de Cultura fue intervenir, como medida cautelar, las 219 piezas. Obligaron a que se suspendiera la subasta por internet. Las diligencias se pusieron en conocimiento del Fiscal de Medio Ambiente de Alicante.

Luego estudiaron estos materiales arqueológicos los expertos del Museo Arqueológico de Alicante (Marq), de la Universidad de Alicante, del Museo Arqueológico de Alcalá de Henares y de la conselleria de Cultura. También se solicitó información a los responsables de Cultura de Sevilla y del Ayuntamiento de Marbella (algunas piezas procedían de yacimientos de estas ciudades).

Igualmente, se pidió la colaboración de la Interpol para averiguar si algunos de estos objetos se podían haber robado y expoliado en otros países.

Expolios y falsificaciones

Los agentes del Seprona han llegado a la conclusión de que hay piezas auténticas de Titulcia. Procederían de los saqueos que sufrió el yacimiento durante años. Otros objetos, también auténticos, abarcan una amplia cronología, desde el neolítico hasta la época romana. Estas piezas fidedignas se han mezclado con otras que también se subastaban y que son falsas.

La investigación se ha prolongado durante un año. Los agentes identificaron a tres presuntos culpables de los delitos contra el patrimonio histórico-artístico y de estafa en grado de tentativa (la subasta no llegó a realizarse). Son un español y un irlandés, ambos vecinos de Alicante, y un ciudadano italiano que reside en València. Los tres ya han sido puestos a disposición del juzgado de instrucción nº 3 de Dénia.