La Cumbre del Sol (en realidad es el Puig de la Llorença, pero el turismo y el urbanismo remueven los topónimos a su antojo) ha amanecido hoy convertida en la cumbre de la niebla. De las brumas, ha salido un rebaño de cabras. Los animales pastaban junto a las calles abiertas en esta montaña litoral para construir nuevos chalés. Han bajado incluso al asfalto y allí un imponente macho cabrío ha dejado esta insólita imagen. Se ha encabritado. La escena, con un paisaje salpicados de chalés y el Penyal d'Ifac desdibujado por la niebla, parecía salida de "El día de la bestia", la película de Álex de la Iglesia. El contraste era diabólico.

El corral de este rebaño está próximo a esta cima del Poble Nou de Benitatxell. Las cabras tiran al monte, es decir, trepan por las laderas no urbanizadas del Puig de la Llorença y pastan a sus anchas. Reducen la densidad del matorral y también el riesgo de incendios.

En los últimos tiempos, se está recuperando la ganadería extensiva en la Marina Alta. Se han hecho en el Montgó experiencias piloto de introducir cabras y ovejas. En el Marjal de Pego, volverán a pacer las vacas tras 15 años. Es un proyecto de la Fundación Global Nature y persigue el objetivo de clarear el carrizal y crear entornos ideales para las aves amenazadas. Las vacas subirán en invierno en trashumancia a la Vall d'Alcalà. Al mismo tiempo, cocineros tan importantes como Pep Romany (Pont Sec) están reivindicando la carne de la oveja autóctona valenciana, la guirra.