Los caminos del señor son inescrutables. Y están salpicados de rotondas. Un "predicador" de nacionalidad portuguesa se ha armado un lío morrocotudo en las rotondas de Teulada y Dénia. En el casco urbano del primer municipio quedó "atrapado" en el eterno bucle. Empezó a darle vueltas y más vueltas a la rotonda de la avenida de Santa Caterina. Los vecinos que tomaban café en las recién abiertas terrazas llegaron a pensar incluso que era una broma de cámara oculta. Pero no. El coche va hasta los topes. Este ciudadano portugués que se dirige a Francia y se ha impuesto la misión de difundir la palabra de Dios lleva la casa a cuestas. El vehículo, un punto desvencijado, carga con un colchón y otros enseres domésticos. Y dentro viajan con el "apóstol" dos perros.

Tras la peripecia de Teulada, el "predicador" llegó a Dénia y en una rotonda de la avenida Joan Fuster se le averió el coche, que no está para muchos trotes. Lo empujó y lo dejó sobre la redonda (así no entorpecía el tráfico). Pero no es lugar. Acudió la policía local, que identificó al conductor. La grúa se llevó el vehículo.

Pero el "predicador" está dispuesto a seguir con su peregrinaje. Hoy ha llegado a Gandia. Y ya no se sabe si se ha topado con otra de esas confusas rotondas que desvían de los rectos caminos del señor.