Lo primero era salvar a las personas. Lo segundo, proteger las casas. El fuego de la Vall d'Ebo a pasado a ras de pueblos como el propio Vall d'Ebo, Alcalà de la Jovada y Beniaia, en la Marina Alta, o de Tollos, Benimassot y Margarida, en el Comtat. No ha llegado a entrar en ningún núcleo urbano. No ha dañado casas. Tampoco ha afectado a viviendas aisladas de Pla de Petracos (Castell de Castells), la Vall de Gallinera, l'Atzúbia o Pego. Se ha quedado a las puertas de algunas de ellas.
Sin embargo, aunque contadas, sí hay algunas casas afectadas. Una de madera que está en las afueras de Beniaia ha desaparecido totalmente. Ha quedado reducida a cenizas. Lo único que sigue en pie es su chimenea.