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Sagunt amenaza con 600 euros de multa a quien vierta restos de poda en el monte

El ayuntamiento se ve obligado a iniciar una campaña informativa por las urbanizaciones de montaña ante el incumplimiento de ordenanzas

Podas tiradas en contenedores de orgánico y vertederos incontrolados. Levante-EMV

La cantidad de poda acumulada en vertederos incontrolados y contenedores en urbanizaciones de montaña ha obligado al Ayuntamiento de Sagunt a poner en marcha una campaña informativa de «concienciación ciudadana» para evitar «este incumplimiento sistemático de las ordenanzas municipales en materia de residuos», explican desde el Consell Agrari.

La iniciativa consiste en un reparto de folletos en los que se advierte a los vecinos de la prohibición de tirar restos de poda en lugares que no estén habilitados y la obligación de hacerlo en el ecoparque de Sagunt. A la información del folleto se suma la ofrecida por los agentes rurales, quienes explican a los residentes en esas zonas de la posibilidad de quemar la poda dentro de sus propiedades, en octubre, ya que durante la temporada estival queda totalmente prohibido hacerlo.

La campaña también contempla acciones punitivas, al advertir que estas prácticas puede acarrear multas de hasta 600 euros. «Se procederá a sancionar a toda persona que deposite cualquier residuo que no corresponda al contenedor de residuos orgánicos o lo haga fuera creando un vertedero incontrolado», atendiendo al artículo octavo de la ordenanza municipal del limpieza y recogida, en el que se prohíben operaciones y actos que puedan ensuciar las vías o espacios públicos.

Los vecinos deben conocer además que se ha puesto en marcha un ecoparque móvil que recorre las distintas urbanizaciones de montaña y playa del municipio para facilitar la recogida de residuos. Precisamente, la poda también podrá depositarse en este camión. Los itinerarios y los horarios de este nuevo servicio municipal se encuentran en la página web de la SAG, que recogía esta semana decenas de podas tiradas desde junio, un servicio valorado en más de 3.000 euros, según estiman desde el Consell Agrari.

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