El periódico taponamiento de la Gola de Quartell seguirá generando gastos al Ayuntamiento de Sagunt e incluso a los agricultores de la zona de marjal hasta que, a finales del año próximo, estén instaladas las nuevas bombas, si se cumplen los plazos previstos por la Conselleria de Medio Ambiente. Así lo recordaba un portavoz de Acció Ecologista Agró, Enric Amer, al tiempo en que instaba a acelerar al máximo las gestiones para ganar todo el tiempo posible y evitar así gastos en dragados que apenas duran en el tiempo, pero que son imprescindibles para regular los niveles en la zona.
El último ejemplo se ha vivido estos días pues, aunque el Consell Agrari de Sagunt envió una máquina el pasado viernes para permitir que el canal desagüe al mar, ayer, la acumulación de arena ya era considerable; un hecho que, como ha venido informando Levante-EMV, ocurre desde hace décadas, pese a los muchos informes elaborados por el ayuntamiento con un largo recuento de gastos sólo en tareas de este tipo y a las amargas quejas de los agricultores del Realenc, que se ven obligados a actuar también en la Gola para garantizar sus cosechas.
Y es que este taponamiento impide expulsar al mar tanto las aguas procedentes del nivel freático de varias urbanizaciones de Almardà como los sobrantes de las tierras de cultivo; todo un caudal que acaba retornando hacia adentro y generando todo tipo de problemas.
