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Crece la preocupación en Almardà por los espigones de Costas

Los vecinos se movilizan frente a un proyecto «al viejo estilo por la alteración radical del litoral», cuyos efectos serían «irreversibles»

Una imagen de la playa de Almardà. daniel tortajada

Los argumentos de la Demarcación de Costas para justificar su proyecto de regeneración del litoral en La Llosa y Almenara siguen sin convencer en Sagunt, donde crece la preocupación por los efectos negativos que este plan tendría sobre las deterioradas playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa. Mientras el ayuntamiento ya fijó su posición en pleno con la aprobación de un dictamen desfavorable, los vecinos de estos más de 4 kilómetros de costa también se han movilizado contra este proyecto «al viejo estilo por la alteración radical del litoral a través de una costosísima apuesta por el hormigón».

Así, lo resume el doctor en Geografía y meteorólogo jubilado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rafa Armengot, quien reside en Corinto. Este experto en hidrología marítima y oleajes añade que «ya no se llevan estas obras duras -con hasta ocho espigones de un total de 1.200 metros de longitud-, que provocan un daño irreversible». Además, Armengot señala que «la experiencia desde Castellón a Valencia, pasando por Canet o el Grau Vell, nos enseña que este tipo de espigones acumula arena en el norte y provoca recesión en el sur y Almardà no será una excepción».

Esta situación se suma a los problemas que ya presentan las playas del norte de Sagunt, que «hace 20 años eran de arena, pero han sufrido la invasión de material grueso». Frente a este deterioro, el plan de Costas «no ofrece garantías técnicas sobre la reversión de esta situación», así que «mis sospechas -confiesa Armengot- es que se trata de una alianza con las constructoras, que tienen mucho que ganar». De hecho, el proyecto que Costas mantiene en exposición pública presupuesta la construcción de los espigones en casi 1,1 millones de euros.

Pero esta voz no es la única queja que surge desde Almardà, cuya asociación de vecinos preside José Girona. «Somos más de tres o cuatro los que estamos muy preocupados por esta cuestión», admite a Levante-EMV. Este colectivo prepara sus alegaciones contra el proyecto de Costas, que «haremos llegar al Ministerio de Medio Ambiente, a la demarcación de Castellón, que es la que más interesa este plan, y al Síndic de Greuges, para que nadie pueda decir que no sabe de que va este asunto», apunta Girona.

«Cosas que no están claras»

El representante vecinal señala también que «no estamos en contra de que se solucionen los problemas de La Llosa y Almenara, pero no queremos ser los perjudicados». Así, Girona insiste en que «este plan tiene demasiadas cosas que no están claras, como, por ejemplo, que el estudio de impacto ambiental reitera en varias ocasiones que las playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa son de arena, cuando apenas quedan así unos 400 metros de la zona más pegada a Canet».

Frente a esta preocupación y además de las alegaciones de la asociación, varios vecinos también preparan sus propios alegatos contra Costas.

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