La noticia publicada ayer por Levante-EMV donde se alertaba de la extensión de la peligrosa plaga de la procesionaria por la montaña de Sant Cristòfol ya tiene consecuencias. El concejal responsable del departamento de Sanidad, Javier Timón, dio ayer las instrucciones oportunas con tal de que se actúe «cuando antes» para frenar el avance de estas orugas con pelos urticantes, que pueden provocar irritaciones de piel y ojos, tanto en personas como en mascotas.
«Es evidente que se trata de una zona muy próxima al casco urbano donde pasea mucha gente, así que ya he hablado con la empresa que realiza los tratamientos contra las plagas para que intervenga lo antes posible. Si no pasa nada, el lunes lo harán, pues antes no podían porque les faltaba un producto», explicaba a este diario.
Timón destacaba que la intención municipal es «intentar frenar la plaga y que no se extienda más», por mucho que haya dudas sobre quién es el organismo competente para hacerlo.
Además, admitía haber conocido este hecho a través de este diario, pues no se había recibido ninguna queja ni advertencia ciudadana. «El ayuntamiento no tiene ojos en todas partes, de ahí la importancia de que los ciudadanos nos avisen enseguida para permitir que se intervenga cuanto antes. De hecho, la plantilla del departamento de Sanidad está muy implicada para dar respuesta a todo lo antes posible, a veces, hasta fuera de su horario», decía animando a llamar al consistorio.
El edil destacaba además que los avisos vecinales sí permitieron que la empresa que trata las plagas actuara hace días contra la procesionaria en la ladera del Castillo.
