La Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia (Adensva) ha advertido este jueves de que, a finales del mes de abril, cuatro zorros aparecieron ahogados en una balsa de riego del Centro de Educación Ambiental de la Comunitat Valenciana (CEACV) de Sagunto. Para cualquier animal silvestre, la existencia de puntos de agua en su territorio supone un punto de atracción para cubrir necesidades vitales, pero la mayoría de ellos no cuentan con dispositivos de seguridad que faciliten la salida de fauna silvestre que acceda atraída por la presencia de agua, ha explicado Adensva.

Así, al tener estas balsas paredes verticales o muy resbaladizas, a los animales les resulta imposible salir y mueren ahogados o atrapados en su interior, una causa de muerte que, han destacado, afecta a todo tipo de especies e incluso aves rapaces, como las águilas perdiceras radiomarcadas, han perdido la vida.

Corzos ahogados en el canal del Turia

Desde la asociación han recordado que durante el confinamiento un total de 18 corzos murieron ahogados en el canal del Turia, unas cifras que "tan sólo son una pequeña parte de la verdadera magnitud del problema", puesto que, según han denunciado, "no existe un protocolo de revisiones sistemáticas para detectar los ahogamientos de fauna".

Además, han lamentado que los cadáveres de animales ahogados permanecen unos pocos días flotando, pero después se hunden y dejan de ser visibles.

Por ello, el colectivo ha estimado que las cifras reales de fauna ahogada en los últimos años podría elevarse a varios miles de ejemplares, aunque también han resaltado un problema "mucho más grave", como es la falta de seguridad para las personas, que también mueren ahogadas en este tipo de infraestructuras.

"La ausencia de dispositivos de salida en infraestructuras hidráulicas causa la muerte de varias personas todos los años", han criticado desde Adensva, que han destacado que periódicamente aparecen noticias de personas que han muerto ahogadas al intentar salvar a su perro que había caído dentro de una de estas balsas, o de niños ahogados por caídas accidentales.

Desde el colectivo han explicado que la solución a este problema sería la aprobación de una norma específica que estableciera la obligación de adoptar medidas antiahogamiento adaptadas a las características de cada infraestructura, mediante la instalación de rampas u otros mecanismos eficaces para que cualquier animal o persona que acceda a su interior pueda salir.

El pasado mes de febrero Adensva mantuvo una reunión con el Servicio de Vida Silvestre de la Generalitat para tratar este problema y entregar la propuesta de un borrador legislativo que contemplaba el desarrollo de la Ley de Responsabilidad Medioambiental para poner fin a esta causa de mortalidad.

No obstante, han lamentado que el resultado fue "decepcionante", ya que, según Adensva, este departamento considera que esta causa de mortalidad de fauna "no se considera prioritaria".

Desde Adensva han resaltado que la existencia de una balsa sin elementos antiahogamiento en el Centro de Educación Ambiental de la Comunitat Valenciana (CEACV) "no es un hecho aislado" y que alrededor del 40 % de las balsas contraincendios que gestiona la misma Conselleria carecen de rampas para evitar la muerte de fauna. EFE