Los chatarreros aceleran la eliminación de las casetas ilegales del delta del Palància

La retirada de enseres se intensifica a unos días de que entre la maquinaria pesada para poner fin a décadas de ocupación entre las playas del Port Sagunt y Canet

Intensa actividad en la previa de que la maquinaria arrase las últimas parcelas ocupadas.

Intensa actividad en la previa de que la maquinaria arrase las últimas parcelas ocupadas. / Daniel Tortajada

Las casetas ilegales del delta del río Palància entre Sagunt y Canet d’en Berenguer tienen, ahora sí, los días contados. Estos asentamientos, cuyo origen se remonta más allá de medio siglo, se empezaron a derribar hace casi dos décadas con una intervención de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), pese al enconado rechazo de muchos de sus ocupantes.

Varias sentencias dieron la razón a las administraciones en su empeño por recuperar este espacio público, pero, desde entonces, los avances han sido escasos. La intervención más reciente se remontaba a 2021 hasta que la Generalitat ha iniciado esta semana los trabajos para despejar la zona de su competencia, donde aún quedan medio centenar de construcciones.

Las tareas iniciales de retirada manual de vallados y pequeñas casetas desmontables se han encontrado con unos inesperados aliados ya que, mientras operarios de la empresa contratada realizaban estas tareas, numerosas personas en busca de chatarra se ha hecho muy visibles a la hora de intentar aprovechar los distintos materiales y enseres que quedaban en este medio centenar de parcelas. Algunos lo han hecho con tiento y respeto con los dueños de las casetas, mientras otros han ido más a las bravas, sin llegar a pedirles permiso antes de llevarse todo lo que veían de valor, sobre todo, hierro.

"Depredadores"

"Mi casa, que tengo desde hace 50 años, la han destrozado. Son unos depredadores", apunta uno de los últimos ocupantes, quien reparte su frustración entre quienes considera que han actuado como "ladrones" y "el Gobierno, que va a arrasar el delta y dejarlo como una escombrera", según augura.

Ese no es, obviamente, el objetivo del proyecto puesto en marcha desde la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, que, según ha informado al Ayuntamiento de Sagunt, tiene intención de empezar, en unas dos semanas, a derribar las construcciones más importantes con maquinaria pesada.

Una de las construcciones que sigue en pie.

Una de las construcciones que sigue en pie. / Daniel Tortajada

Recuperar el paisaje

Sobre esa adecuación, fuentes de la Generalitat precisan que el objetivo es "recuperar el paisaje".

Mientras se concreta el futuro del delta del Palància, los últimos ocupantes de estas parcelas, utilizadas como zonas agrícolas y de esparcimiento, especialmente los fines de semana y en verano, se afanan en tratar de conservar sus enseres.

Uno de ellos apunta que "he tenido que arrancar las patatas a mitad de cosecha y los tomates los he dejado", aunque reconoce que lo que más le duele es "no poder pasar los domingos con mi mujer en la casa y comernos la paella. Aquí no hacíamos mal a nadie".

Quedaba un perro

Pese a que los avisos de derribo se han repetido durante los últimos años hace apenas unos días se confirmó mediante carteles que la intervención esta vez era una realidad. Fue también cuando la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio pidió al ayuntamiento que comprobara si quedaban animales, ya que, hasta hace no mucho, era habitual encontrar por la zona algunos rebaños de ovejas, además de gallinas o caballos.

En esta ocasión, los agentes de la Guardia Rural de Sagunt apenas se encontraron con un perro "del que ya se hicieron cargo", según explican fuentes municipales.

La eliminación de estas casetas no solo devolverá la condición pública al delta del Palància, sino que "dará cumplimento al imperativo legal y reducirá el peligro de inundaciones en esta zona de alto riesgo", como celebran desde el consistorio de la capital del Camp de Morvedre.