MotoGP

Dani Pedrosa: "En esta nueva MotoGP, necesitas ojos en el cogote"

El veterano tricampeón del mundo catalán, de 37 años, se ha convertido, en su regreso a la competición cinco años después de su retirada, en el gran protagonista del Gran Premio de España

Dani Pedrosa, en el circuito Ángel Nieto de Jerez.

Dani Pedrosa, en el circuito Ángel Nieto de Jerez. / EP

Emilio Pérez de Rozas

Imposible, totalmente imposible, hacerlo mejor. Si te llamas Dani Pedrosa, si tienes 37 años, si llevas cinco años sin correr, si fuiste uno de los más grandes, aunque tu físico fuese diminuto (¡precisamente eso aumenta tu grandeza!), si has corrido 297 grandes premios, ganado 54, te has subido al podio 153 veces, has conquistado 49 ‘poles’, posees, cómo no, tres títulos mundiales (125cc, 2003 y 250cc, 2004 y 2005) y, además, has rozado el título mundial de MotoGP en tres ocasiones (2007, 2010 y 2012) y la marca que te tiene contratado como piloto probador te pide que vuelvas a correr ‘a saco’, de verdad, en serie, entre esta jauría de lobos, debes tomar una decisión muy arriesgada. No solo en lo físico, no, sino también en lo personal y deportivo: vamos, que te la juegas.

Y Pedrosa, uno de los pilotos más inteligentes de las últimas décadas, pura sabiduría y técnica sobre la moto, aceptó el riesgo, bueno, el reto y, no solo eso, sino que, antes de que acabe su primer gran premio en cinco años (la carrera de hoy, el GP completo de 25 vueltas, ya –apenas—cuenta), ya se ha convertido en el gran triunfador del fin de semana, con decenas de miles de aficionados en las curvas de Nieto y Peluqui coreando su nombre, logrando la vuelta rápida en carrera, un puesto en la segunda línea de la parrilla, sexto en carrera y habiendo liderado el primer entrenamiento del viernes. Se lo he dicho: mejor, imposible.

Todo más agresivo

Estoy muy, muy, muy contento por todo. No era fácil, pero todo el mundo en KTM estaba muy ilusionado y me animaron a intentarlo”, comentó Pedrosa a El Periódico. “Cuando me peleaba con Miguel (Oliveira) por la quinta o sexta plaza, pero veía ahí cerca, delante, a Brad (Binder, ganador) y Jack (Miller, tercero) peleando por la victoria, he sentido un cierto cosquilleo de satisfacción y orgullo, pues esa es la moto sobre la que yo trabajo para que sea mejor en cada carrera”.

Pedros reconoció que no tiene nada que ver el trabajo que él hace en los entrenamientos, en los test, con las carreras de verdad. “Aquí se producen dos o tres circunstancias que aumentan todo, no solo la dificultad y el riesgo, sino también tu capacidad para pilotar a tope la moto. Lo primero que me ha sorprendido es que todo, cuando estas dentro del pelotón, es mucho más tremendo, vibrante, agresivo, muy agresivo, que cuando lo ves y analizas desde fuera".

"Desde detrás, peleándome por la cuarta plaza, he disfrutado mucho viendo como Binder y Miller buscaban la victoria con la moto que yo intento mejorar"

"En carrera, ahora, y más en estas pruebas al ‘sprint’", sigue explicando Pedrosa, "necesitarías ojos en el cogote ¡pero aparecen pilotos por todos lados! Y, tercero, a media que pasan las que vueltas, baja el depósito, se gastan los neumáticos y, sobre todo, si vas pegado a otro piloto, la moto cambia de comportamiento en cada curva. No es fácil, no”, añade Pedrosa con una amplia sonrisa en sus labios.

Alguien le ha preguntado si se ve en el podio hoy. “Por favor, eso son palabras mayores”. Si aceptará, como quiere KTM, repetir la experiencia en Misano (10 de septiembre). “¡Uf!, vayamos poco a poco: entrenamiento el viernes, segunda fila el sábado, sexto en la ‘sprint’….mañana (por hoy), carrera y, el lunes, test. Luego, descanso y me lo pienso”.